BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

martes, 31 de diciembre de 2013

FELIZ 2014

FELICIDADES AMIGOS




CON MI CORAZÓN CRISTALINO, SIEMPRE HE DICHO LO QUE PENSABA, EN CADA MOMENTO DE MIS DÍAS, EN MIS POEMAS Y PROSAS ME HE DADO A CONOCER CON LOS QUE ME DEDICAN UN MOMENTO DE SU PRECIOSO TIEMPO.  LES ESTOY MUY AGRADECIDA POR ELLO Y LES DESEO...TODO LO QUE DESEEN CON EL CORAZÓN, EN ESTE AÑO QUE COMIENZA.

Fito Paez - yo vengo a ofrecer mi corazon. EN ESTE COMIENZO DE AÑO 2014

domingo, 22 de diciembre de 2013

PREGUNTARÁS



PREGUNTARÁS

Preguntarás a los desquiciados y mendigos, a los dementes en sus encierros, a los guardianes del cementerio. a los bohemios nocturnos sin conseguir quién te dé una señal. ¿Dónde la música de los silencios y el badajo del campanario? Dónde? Ahora que llega el día del onomástico, recuerdo de la gran estrella que guió a la humanidad. La unión de las sombras con las luces milagro donde se pierde la voz, no está la tuya, amor. El eco no vaga por las calles, no canta ni ríe, tampoco llora el olvido y la sorpresa que jamás cruzó las nubes ni sonrojó a la luna, permanece en el lacerante silencio con los ojos abiertos, vidriosos enjugados de emoción, repasan con mesura las línea de tu rostro sin moldear y las últimas letras que designan un fonema simple, de orden y afectos sagrados. Revelaciones de acomodadas secuencias, el amor que se lee con moderada cortesía a la volada pasión, como dos viejos caminantes en paralelos de tiempos. Una austera dicha, con sosegado viento al cielo y la estilizada tela reservada a las estrellas fugaces convertidas en quietud, en abismos para los labios de ambos. Como las panzas blancas de las lechuzas danzando la noche, tal parece que todos estuviéramos así, con los ojos que siguen fijos en las sombras, esperando una sorpresa, una paloma blanca con mensaje iluminado y mágico en estos días. En este silencio límpido que no responde a la noche ni a las auroras, en la pared que da al este a oscuras, se dibujan imágenes, como si fuera el cuadro de la última cena, se han sentado a esa mesa y leen la sinfonía de un monólogo en estilo personal y único, solo pautas, sereno o contenido en cada crepúsculo ve descender las hojas del calendario, caen una a una sobre las veredas. Aparente y silente paz, permanecerá en el recuerdo hasta el fin de nuestros desvaríos y extraviados pensamientos, entre las nubes inalcanzables bajo el influjo estos años, mira los sauces plateados, ellos siguen reflejados en las aguas del lago, donde se sienta a escribir o mirar llover simplemente, esperando, siempre esperando el asombro.


Beatriz Graciela Moyano

22-12-2013

sábado, 14 de diciembre de 2013

LEYENDO

































obra: oleo sobre tabla, autor:
JOSE JUAN GONZALEZ CORRAL




LEYENDO



Estoy leyendo sobre las aguas lentas, en un recodo del río del amparo, se refleja antojadizo enramado, bastidor donde bordar los poemas, accidentes geográficos delimitados en caudal de espejos acuáticos. Hay algunos signos evidentes de tiempo, leo las letras que viajan a lomo de colores que pintan a distancia en los escarabajos flotando, más las hojas que depositan los vientos como pequeños veleros entre verdes amarillos satinados. Un sin fin de burbujas parlantes van saliendo a la superficie, las branquias de los peces expulsan vocablos misteriosos, enigmáticos mientras revuelven desechos en el fondo. Leo, escucho, registro en el regazo de la tarde, la escritura borrosa de la memoria dibuja garabatos y estampas. En la totalidad de lo sensible que la retina transmite a la piel, hay una hendija rebelde, quiere dejar escapar uno a uno los detalles, la luminosidad resiste silenciosa, reflexiva, son los frutos del árbol de la vida, no desprenden sentimientos, los alberga, transforma en impulsos nerviosos al satélite de miradas y expresiones, sonrisas voladas en signos extraños y todo lo que nos mantiene detrás de los cristales, son barreras de miedo, las que frenan delicias, recatos a los deseos del corazón, que olvida desear. Un sistema de creencias cristalizadas, quiere impedir el avance los pasos, pero solo consigue hacerlos un poco más lentos, Nada más.




Beatriz Graciela Moyano
14-12-2013

Imagen:autor:
JOSE JUAN GONZALEZ CORRAL




viernes, 6 de diciembre de 2013

EL TAPADO ROJO



EL TAPADO ROJO

Tenía por entonces veintiún años, tan joven era, atractiva creo, fue a comer con un pretendiente, así se decía en ese tiempo, aún existe el lugar Pizzería Santa María en la avenida San Martín de Rosario. Era invierno, pero la noche no estaba demasiado fría, antes de sentarse el joven le ayudó a quitarse el tapado rojo y colgó en el respaldo de la silla. Ya no recuerda que conversaron, ni que tan bien lo pasaron, porque esa noche, sufrió un olvido imperdonable, el hermoso tapado rojo que compró con uno de sus primeros sueldos como empleada administrativa, quedó colgado allí, en el respaldo de esa silla. Recién al día siguiente notó la ausencia, volvió al lugar, preguntó al personal, pero nada de él, volvió triste, pero luego con el correr de los días, se fue consolando, acostumbrando a su falta. Después al tiempo, se compró otro abrigo de color marrón, más largo, distinto. El tapado rojo era único, una muestra anticipada de la empresa en la cual trabajaba, más nunca se fabricó en serie y ella lo había adquirido a un menor precio del valor real, le había cambiado los botones originales por otros con una virola dorada, era tan fino...se dejaba lucir distinguido que permanecerá en su recuerdo grabado. Al invierno siguiente sube a un bus que venía lleno de gente, viajó parada y a su lado, ve a una señorita vestida elegante, con un tapado rojo, no podía creer lo que veían sus ojos, la prenda era idéntica, ¡Sí! es mi tapado, pensó, siguió observando detalles, las costuras, el cuello, sí, ¡los botones! que ella misma había elegido para reemplazar los originales, ¡Sí! era su tapado rojo tan querido, quiso preguntarle a la dama sobre él...ensayaba con el pensamiento las palabras, usted disculpe...donde compró ese tapado...no, mejor...señorita usted encontró ese tapado que lleva puesto, no, así, no, y no se animó a articular una sola palabra...Con su mirada insistente estaba inquietándola y la muchacha comenzó a correrse más al fondo del coche, cuando pasó rozándola por detrás, extendió su mano y lo acarició suavemente, diciendo en voz muy baja, tapado rojo, nadie te valorará como yo, ya tienes otra dueña, pero es seguro que no te mirará con la admiración que te he mirado desde el primer día. La muchacha tocó el timbre y bajó del bus, la vio caminar por la vereda presurosa luciendo aquel tapado que ella tanto quería, que eligió entre muchas otras prendas, que admiró, cuidó y lució, pero se fue para siempre. Cuando llegó la cuadra en que debía bajar para regresar a su casa, descendió del bus y lloró las tres cuadras que caminaba a diario. Han pasado cuarenta años y aún lo recuerda. Como el amado tapado rojo, hay cosas, hay seres, que formaron parte de nosotros en instantes mágicos de la vida, jamás serán olvido y si así lo fueran, es que...nunca fueron.





Beatriz Graciela Moyano

lunes, 2 de diciembre de 2013

COORDINACIÓN OPORTUNA



















COORDINACIÓN OPORTUNA
Sutiles palabras acarician el fin de la tarde que empieza a soñar la noche. Quiere observar indisoluble su esencia de aparente estática, repasa su piel entera deliberadamente con los ojos sorprendidos de su propio espejo, el alma comienza a olvidar las mutilaciones, canta y baila descalza frente a la oportuna noche solitaria, imaginarios pájaros le proporcionan música y las notas del teclado desafinan los latidos de espacios, como viejos relojes al pendular segundos. La ventana que da al norte, en la noche se vuelve piadosa, regala soplos de brisa que con la gracia divina, será la vitalidad, dinámica para el día después. Si volviera sobre los mismos pasos encontraría las huellas húmedas de lágrimas que ya no ha de llorar, las hierbas secaría bajo las plantas con la acidez de la memoria. La bruma se abre lentamente hoy, y los senderos brillan amanecidos con sol aquí, y allá, dando tregua se desliza el día, apacible, con las rutinas asumidas solo con la esperanza de un cercano final de faenas y el sutil deleite inaugural se paladea en proyectos, libar esa miel es ya habitar la colmena de las ilusiones. Cada día es un "solo por hoy" hasta vencer los plazos, sol y empeño en florecer a un ciclo inédito, la luna aguarda temblando sobre las aguas y cada ola que se recuesta en la playa sueña que la cubre.



Beatriz Graciela Moyano

02-12-2013

martes, 12 de noviembre de 2013

CUALIDAD DE PALOMA

CUALIDAD DE PALOMA



Intérprete vulnerable, empeñada en recrear la sonoridad de los grillos que no entendieron el final de la noche. Amanecida heredad de paloma, se filtra debajo de la barrera cruzada, aprisionada dulcemente mira con ojos sorprendidos y gozosos. Plexo de ternura a centímetros de las aristas en duelo de ausencia. Dulce presidio espontáneo de la luna, con alas proyectadas al universo de los sueños. Es rosa al amanecer del rocío, es tarde de sol y noche infinita bajo un manto de estrellas, apenas se ve y no se escucha entrar al paisaje, descalza y sin batir las alas para no despertar a las luciérnagas que comiencen a parpadear su luz mientras retira el mensaje, viajará sin descanso por todo el tiempo quieto, expectante. La misiva dice que no hay olvido, que la huella se hizo surco y simiente, germinada en atardeceres anaranjados de brazos abiertos, solo estirar los dedos bastaba para tocar los silencios y beberlos de un sorbo, o escribir poesía poblando la boca de mariposas, aleteando colores vivos. Verifica, cuelga las evidencias en las hojas de los árboles, para que la lean los pájaros, "no existió mayo, no escarchó el invierno ningún te quiero en el aire, ni olvidó la flor que es primavera" Sigue navegando una ilusión, como la niñez se mece bajo el puente, pero no puedes olvidar amor, la cualidad de paloma que se escurre bajo la barrera del poema, a un instante de la orilla, del aliento, de los versos, de tu boca.

¿Donde irán a morir las sensaciones, cuando dejan de ser hermosas?

Beatriz Graciela Moyano

jueves, 7 de noviembre de 2013

ESPECULACIONES

ESPECULACIONES


En escena las caras, acciones, letra y música, todo parece una gran obra de excepción, contrastes y figuras, reglas y ornamentos discretos, sin fanfarria, recato y saber en exposiciones concretas, con sobrios destaques de utilería para unos pocos privilegiados sobre el escenario, el director observa, da señales, pero detrás del telón se vislumbran marañas ocultas con maquillajes de quietud, que sin embargo, vibran agitadas, son las gestiones especulativas por conseguir un cetro, un reinado efímero y breve.


Miro, pienso con un dejo de tristeza, lo que me ilusionó por instantes... ¿No será mejor darse por entero en la obra, con amor al prójimo y sin expectativa de resultado? Así se consigue honor...si al final todos los actores de la obra recibirán los merecidos aplausos, que estallarán por añadidura de sus brillantes actuaciones. 

Es sabio reconocer la existencia del intangible bumerán, que vuelve siempre al punto de partida cuando falla en el blanco, y regresa con la energía que se lo envía multiplicada, pues en su recorrido se une a otras de su mismo tipo y por ley de causa y efecto se potencia. 


Un día cualquiera se preguntarán: ¿para que sirvió especular?
Cada espectador es un mundo en sí mismo... un misterio complejo con un largo pasado y un futuro eterno.


Beatriz Graciela Moyano
Noviembre 2013

jueves, 24 de octubre de 2013

AUTÉNTICA


 AUTENTICA     












Lo importante no es lo que han hecho de nosotros
sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros…
Quien es autentico asume la responsabilidad por ser lo
que es y se reconoce libre de ser lo que es.
Jean Paúl Sastre


Libre de vivir al amparo de la luna, cada día puede ser un eclipses o un poema de nostalgias   de amor, o rosario de desventuras, vida auténtica de pies descalzos sobre la grama verde en el frescor que sube desde las plantas hasta el mismo centro florecido, aromado dentro de los latidos, estallido de tres colores que se fusionan y aparean con el mismo sol que brilla en el corazón, eso es el Amor, que soporta hasta las piedras que lastiman, todo en la maravilla del ser, lesiones de aprendizaje. 
No sé odiar, no aprendí, por más saña empeñada en destruir  puentes de unión irreversibles, por más necedad e hipocresía confundida que persista en dibujar jardines donde la aridez se vislumbra de lejos, el destino siempre encuentra las almas entre las nubes. 
Puedes dar y compartir sin amor, pero no puedes amar sin dar y compartir, por eso no soy rival de nadie. El amor altruista da cabida al crecimiento y a la libertad. 
El amor egoísta sólo produce estancamiento. Cuando el amor se da en forma incondicional toda respuesta es bienvenida y nunca hay necesidad de perdonar.
Ser auténtica tiene algo que enamora, pero no puedes celebrar siempre, en contrapartida los elementales te pintan de luz. 
El amor es siempre poderoso, no ata, no ordena, no posee, el amor libera. No puedes ser feliz sin ser tú misma quien viva tu vida, hay una profunda satisfacción interior que en ocasiones niegas, pero ser amado y amar llena el alma de estrellas, una mismo se librera y sin darse cuenta comienza a brillar. Reconoces la actitud, la asumes con responsable sonrisa agradecida, solo así te acercas a tu propia esencia. Vivir siendo tú misma, con autenticidad, puede arrastrar inmensa carga, temporal o momentánea, pero siempre habrá una compensación al final de las nubes, que te eleven para abrazar a tus quimeras.


Beatriz Graciela Moyano 




sábado, 19 de octubre de 2013

ARENAS DE OTOÑO


ARENAS DE OTOÑO


La vida desde siempre fue irreverente, la miró de soslayo con soberbia, desde que era una niña y se sintió amilanada. Con saltos y en vuelo rasante de gaviota pescó algunos triunfos, que cuelgan de su cabellera rizada. Ahora, las muecas del destino lastiman de forma indeleble, perenne y algunas flores se niegan al asombro en depredados jardines, entonces... Partirá en viaje de descanso aprendiz, en playas de dunas ariscas, será arena para el reposo cansino de alguna estampa sombría y taciturna. Arenas a los pies de huellas mojadas, del cuerpo tendido al sol del pensamiento para esconder el rubor, el desaliento o la vergüenza. La humillación la hizo sentirse arena tibia y callada, con la modorra del atardecer otoñal que se aproxima y se hará largo de ausencias. No tiene soledad, la busca desesperada, su mente se aísla en compañía, huir, desvanecer entre el gentío a las arenas que esperan en noche solitaria, que refresca y rejuvenece, deseos de soledad en la noche de lagartos hundidos y silencios. La mañana del día después aletargada seguir en fantasías de arena gruesa que castiga en vientos, que duele en la piel sensible, excitable, dibujando sombras en playas penitentes, con los desguarnecidos muertos del olvido en los rojizos tintes de un otoño que se desprende sin comenzar la ardua tarea deshojadora, la nieve quiere adelantar el curso del tiempo y esta nieve claudica en arenas de caracolas marinas deshechas con aureolas de espumas retraídas, arenas solitarias esquivando deseos confusos, como huellas de cangrejo en su andar desprolijo, ladeado, con sus pinzas afiladas que no solo sirven para inmovilizar a su presa, paralizarla, en resonante tamborileo usará también para el ritual de cortejo y apareamiento, que observará fascinada, siendo arena, brillando al sol de sus enojos con la vida, se mudará de las costas al desierto penetrante, viajando en el viento sin ponerse freno a la hora de enfrentar a las tormentas, pagar el precio a las decisiones es la consigna y recoger los frutos regalo del cielo al final del camino. Conocerá los sitios dorados de abundancia y a los avatares reunidos que reinan en sus templos. 




Beatriz Graciela Moyano
Rosario-Santa Fe
Argentina

viernes, 18 de octubre de 2013

LA RAZÓN EN REBELDÍA





LA RAZÓN EN REBELDÍA


Bostezando lánguidamente tristezas, exhalando planes inconcretos que soñó un día, sustraída de las fantasías de la memoria, la encuentra la razón en rebeldía. Como le explica pesares, si quiere analizarlo todo, como le dice que muere un poco cada vez que entierra una gardenia azul marchita del jardín maravilloso de sus sueño ocultos. El vaivén ácido de los días espera las diamantinas aguas que cual cascadas de sangre purificantes la bañen e inviten a flotar radiante de sol tibio en ellas y desde allí mirar pasar a la felicidad con sonrisa casi burlona y ese aire bella reina soberana que la irrita, sorprenderla y de un zarpazo feroz, ansiosamente prenderse de su cola, azul alada y permanecer aferrada a ella cual perla en evolución a su casquillo encantado, para que la lleve a experimentar sus andanzas y osadas aventuras. Tan solo un rato vestirse de locura, con tintineantes collares brillantes, bajo el pálido fulgor de la luna, sacudirse en su veloz y entusiasta viaje esas estructuras paralizantes que la habitan, desnuda loca, violeta y rosa con flores amarillas, los cabellos al viento despojados del blindaje absurdo y cruel de su armadura. Musitar a su oído: felicidad quiero quedarme contigo, liberarme en los días de sol, dando rienda suelta a la libido. Ser feliz no está tan mal, a juzgar por tu delirio. Vas emanando zafiros y exhalando algunos lirios, dame un poco de locura para pintar en mis muros, de rojo los corazones, de verde los pensamientos y un poquito de violeta transmutando los olvidos. Con solo pensar un instante, tan solo rozando cordura, vuelve y se interna en la selva falaz, solitaria emboscada en la esquina, tapiada de verde irreal, mascarada repleta de espinas. Suavizando la brisa hostil, un zorzal la está esperando, con tibia tonada de trinos la desdicha sin letra ni llanto. Suena a coro celestial, cuenta su historia cantando, en tonos pasteles claros, melodías va pintando. Lo mira, la ve y su canto se vuela de rama en rama para aletear a la otra, y a otra va su canto, a otro árbol más frondoso acompañando sus pasos, bebiéndose las ausencias los misterios albergados. Adicta melancolía siempre fuiste de su mano. Hoy la razón se revela al desolado letargo y se niega a complacerla, se hunde con deshojados sueños aferrados, en la ciénaga profunda de sus bostezos lánguidos.

miércoles, 16 de octubre de 2013

MADRUGADA Y TRASTORNO

La locura o el tormento de llamarse nada: Juan M, Carrasco

MADRUGADA Y TRASTORNO


Complot de alucinadas imágenes, desquicio, rayado horizonte y el humo de la rota sensatez, las alteradas facultades mecen monstruos, fantasías, absurdos como sombras que asombran, las marimoñas se ven orquídeas de colores desconocidos entre amorronados rojos y azul-naranja, la luna es aureola de sol opacada por nubes que semejan palomas o halcones, los leones se ven gatitos indefensos buscando la dulzura de las madres que acicalen sus pelajes, todo gira en torno a una senil discordancia, como quién oye llover, escucha truenos, ve los reflejos de los rayos quebrando el cielo y cuando sale a mojar sus pies su piel se calcina de sol radiante, asustado se repliega, entonces confunde noche con día, se pregunta y responde su afuera con imprudencia, hacia el adentro de un pozo oscuro lleno de imágenes deformadas, encuentra un lugar donde aliarse con la razón en reunión de sensaciones y sentimientos, asimetría salvaje, la razón ausente no viene, no escucha, se recuesta sobre las plumas de todos los pájaros muertos mucho antes de apagarse los trinos. Peregrinar inútil desatino, cansancio, solo la facultad del soñar se sostiene en la soledad como la más amable de las compañías.



Beatriz Graciela Moyano

Octubre- 2013-

miércoles, 9 de octubre de 2013

TRATO DE QUERERME



                               


















TRATO DE QUERERME




Me sigo los pasos desde la mañana con la misma modorra que bajo la escalera. Llego hasta la esquina de las renuncias donde por años fui feliz, esquivo las cajas llena de recuerdos en oferta, miro de reojo la vidriera sin cambio en semanas, hay sol y la poda de los ficus dejó a los vidrios desprotegidos del villano de lenguas de fuego, que se encarga de sacarle el color hasta las ganas, a dos pasos de aquí está la puerta y si haces dos pasos más a la izquierda, la calle, que lleva a todos o a ningún lado, trato, trato quererme, de no asustarme de mis pensamientos de ser tolerante con mi mente, tengo que quererme dicen, dicen se amable contigo misma, eso dicen, cuida tu cuerpo, es tuyo dicen y recuerdo las palabras de alguien "Todas las cosas que verdaderamente me gustan hacer, son inmorales, ilegales o engordan" bueno, no tanto como inmorales, ni ilegales, pero hacen daño o engordan, sí. La noche es mi esclava y yo la suya, es irremediable, enciendo un cigarrillo, ¡ah! si, es cierto que estoy tratando de quererme, cuidar mi templo donde escucho el campanario de mis propios reproches. Harta, harta de las reglas que nadie cumple y obligan, saturada del freno a los pasos que no dejan entrar a los sentimientos al soñar ¡hasta olvidar!, igual nada es indeleble, todo se borra, y me di cuenta de ello cuando la promotora de Avon me vendió el mejor labial a prueba de que sé yo, de todos modos lo había comprado con la ilusión del mejor beso, que se durmió en un verano, se congeló en invierno y aún no florece en esta rara primavera.


domingo, 6 de octubre de 2013

EL ÁRBOL DE LA VIDA





EL ÁRBOL DE LA VIDA







El árbol que es la vida y la vida como un árbol y en él. Como tubérculo exuberante, la mágica silvicultura de alguien, sana, cura, en oscuro inframundo sus raíces, va trepando días, años con algunas dichas de vida y el tibio aliento de quimeras, con fuerza abrasadora, nudos en cortezas de esperas, resbalando trechos en desespero, trenzando lianas de escape hacia las nubes en la más profunda soledad. El bosque de cipreses absorbió sentimientos, la resina fue alimento de cactus y coníferas debilitadas, sus propias vísceras se han disgregado, desvanecido en misticismos, conectando filigranas de letras vencidas, advierte que han dejado de unir cielo y tierra por infortunio, obstinación y ceguera en la frágil morada de un dios magnetizado, sobre valuado en sus dones de noble predominar. La piel se hizo jirones en el reino de la brisa, devoró las ideas por nada, arde de prisa en la falacia de los jueces, escala buscando amparo en el árbol frondoso de la vida concreta, regalo del cielo sus altas ramas, nido de estrellas al divisar sin soñar, amar en escalas mecida de luna, florece en caricias de seda su primavera, con hojas de brillo verde esperanza de los sin nombre. Savia, sangre fluyendo plena de ilusión, la sonrisa mana mágica, copos de razón y Ser. Detrás de un olvido el ceibo florece rojo pasión insólita, en supuesta primavera que llega con amnesia de lejanos vínculos extraviados entre ramas y hojas crujientes de un monte canjeado a la cordura. Refugio de luz estrecho y compacto como la tierra donde se aferran las raíces en sincronizadas coincidencias, la lealtad de un lazo ciego, nada más, nada menos. Ahora es preciso quedarse quieta, muy quieta, se escucha crujir la rama seca, amenaza, frena el latido su corazón herido de nostalgias, cierne el pecho un desprendimiento y el temor acecha con pérdidas irremediables, es sentir de cerca la muerte en la mitad de un todo.




Beatriz Graciela Moyano

lunes, 23 de septiembre de 2013

NUNCA MORIRÁ



NUNCA MORIRÁ

Los tesoros del alma nunca han de morir, son esas vislumbres de brillo insospechado. Ojos de mirar profundo, la sonrisa trepando planetas inexplorados y el sentir que posees las llaves del universo que te besa con legítima ternura. Rozan tu pelo con la mirada lejana en atisbo sutiles palomas blancas, se ven encaramadas a las nubes más altas, surcando el cielo, flotando libres. Y como todas las manifestaciones sublimes, crean recelos conflictivos, envidias y prejuicios. Sacralizadas maldiciones solapadas llovieron desde puntos equidistantes, justicieros cultos y condenas, pero nunca morirá, no dejan que muera, hay energías contrapuestas en los que encomiaron su recuerdo sonriendo al indecible nombre y en la hiel que destila un despecho anómalo que enaltece su mirada. A estas alturas llanas, ha renunciado, abandonado utopías y quimeras. En el resto de vida, seguro andará en sonambulismo por algunas noches explorando sin conclusión las habitaciones, despertará sobresaltada por el maullido de un gato solitario en la azotea y deambulará desnuda por los sitios cotidianos con la pancarta en arco iris. Colores iridiscentes y frases en trémula solicitud de indulto a las idiotas actitudes del ayer, del hoy, ha muerto y resucitado mil veces pero se han agotado las vidas por vividas y no sé si sea esta la última en este cuerpo. Nunca morirá por qué no la dejan morir, los renglones gritan su nombre de distintas maneras, algunas caricias lozanas y el arrepentimiento de los muertos vivos. No la dejan morir, escriben y escriben, reviven el título sin bosquejo ni borradores, virginal de ternura, esbozo de escritura elegible y soberana mía, única en la proscripción que se esconde y da zarpazos.

Beatriz Graciela Moyano

sábado, 14 de septiembre de 2013

VOLVIENDO DE UN VIAJE








VOLVIENDO DE UN VIAJE


Así, como volviendo de un viaje ancestral de reconocer la ilimitada abundancia. El aroma a jazmines se siente subyugante, aspirar una y otra vez su dulce fragancia hasta hundir sus pétalos en los inhalantes cofres que guardan las perfumadas joyas en aromas con memoria sutil y fértil en recuerdos. Felicidad del regreso, con el pulgar en alto aprobando la verdad del Yo Soy resonante, suavizando disidencias, la luz envolvente violeta gira y gira en derredor, bendita seas transmutación de los errores perdonados ignorados, exculpados para conciliar las almas. Disfrutar de los instantes mágicos de felicidad mirar el sol sin encandilarse y embriagarse de luna. Que somos si no seres en constante proceso de evolución esperando la armonía preparados en túnicas blancas de suave seda la ascensión junto al planeta que nos cobija. Colgada del cartel de poeta transmitiendo versos del alma etiquetando las letras con firma de autoría, con la jactancia de los derechos adquiridos, sin darnos cuenta a veces, que está casi todo dicho. Me pregunto…que eres? como eres? que luz emanas a los que te rodeas, quién eres en tu pequeño mundo, de que color son tus sentipiensos por que de acuerdo a tus colores te ven los maestros ascendidos, buscándote un lugar, el que te corresponda sin juzgar ninguna actitud solo acompañando la sincronía del color. Y así, como de regreso de un viaje comenzar la nueva etapa sin máscaras, despojada de hipocresía, cada día más liviana la carga. Cataratas de lágrimas en las emociones, jamás por el dolor físico que solo hace más grande la queja, si todos los dolores que hemos tenido y tendremos nos los hemos creado con resentimientos, ira, envidia y rencores y vicios cristalizados en el músculo sagrado que lucimos en el pecho brillante escarapela bordada, o en la mente, disco rígido agotado de falsa información. Me gusta sentir que estoy volviendo de un viaje sin retorno a mi pequeño mundo de afanes puros donde el beso, el abrazo, contengan la maravilla sentida y afectuosa del calor interno verdadero para el que recibe y que sea una tierna “enfermedad” un raro virus transmisor contagioso. Y aunque todo este dicho, lo seguiré diciendo de una y mil distintas maneras para no perder la veta poética que cuente de cadenas y libélulas de soles e inspiradoras lunas de los romances vividos, soñados o inventados, con el fervor de las pasiones más ardientes o el sabor aún vivo en esos labios enamorados, recuerdos de amantes que dejaron marcada la piel y encendida el alma con la flama eterna hasta el regreso de este misterioso viaje.


Beatriz Graciela Moyano

viernes, 23 de agosto de 2013

PIEDRA CALIZA


PIEDRA CALIZA
Esculpida en impotencia de avatares y piedra caliza, trotando sin rumbo ni corceles va empapada de lluvia y dura poesía, filtra por la porosidad de su textura arrebatos de renglones caóticos, que sin perdón la señalan en rebeldía. Vara espinosa, cruel, sin memoria la que mide la grieta del sangrado, la misma que bebió del cántaro a su sed, y en un instante, punto inaudible del tiempo, profundizó las fisuras de los años rasgando el fondo con los dientes afilados de recuerdos. Densa materia sobre sus hombros, postales enredadas color olvido en la espesura, plomizo epígrafe de tormenta y diluvio. Un soplo inesperado cada día esfuma la imagen del temor sin credo, los dioses van calmando la frenética alucinación de manos inexistentes. Piedras del camino, escollos de su suerte malgastada, las misma del lecho de los arroyos, las mismas de los acantilados y los ríos transparentes que bajan de las sierras trayendo en su murmullo, un desliz de cantos rodados y el beso perdido de otros tiempos. Un viaje de anhelos, aliento tibio y acordes melodiosos, se vuelven hoy, la disuelven como azúcar de piedra triturada, suspiro mágico de luna llena, tierno pensamiento, solo ilusiones en sortilegio, justo en el vórtice donde confluyen sus bosques y playas amadas, para cumplir el sueño de flor silvestre resistente al fuego arrogante de enero, o soberbia serpiente deslizando colorido tornasol de amarillos rojizos, desplegados a las arenas de amor suspendido entre las ramas de sus ansias.

Beatriz Graciela Moyano
Agosto-2013-

miércoles, 14 de agosto de 2013

“Derecha, izquierda, arriba y abajo, frente, atrás...adelante”




“Derecha, izquierda, arriba y abajo, frente, atrás...adelante”



(Prosa)



(el alma observando los puntos a su alrededor)





Implora tregua el alma demencial amiga aventurera. Eterna luz aprendiz, no termina de aprender jamás. Madrugadas en que vaga con voces inexistentes en un limbo sin color donde no reconoce a nadie. Entre el gentío bullicioso, busca a su madre que no estuvo en los derrumbes, siempre fluctuando, artificial materia explorando jerarquías, recompensa a la pobreza tirana tal vez, no aprendió a escuchar más que a su propia voz, se distrae... entonces vira a la derecha allí están, esos ilustres desconocidos de siempre, de la nada, con sus valores transparentes y sus acordes musicales, trompetas descascaradas que no producen sentimiento, hacia la izquierda, los jardines de rosas desvanecidas el barro seco y la mirada incapaz de vislumbrar su propio rostro mentido, se hunde y llaga en el fango desprendido de sus venas, ironía que creó como búmeran. La izquierda es lugar de las tinieblas que quiere borrar, donde se agazapan las oscuridades mismas, donde los habituales conjuros y espejismos zigzaguean. Arriba el padre de todas las cosas y su propio padre en una nube de sigilo misterioso que observa y acompaña, un silencio que aturde con el llamado, el verbo ciego de espantos y sigue hacia abajo, como es arriba es abajo, dice la ley de las leyes. Ve las raíces creciendo en sus anhelos, expectativas de ser y crear, sonríen las fuerzas de sus ramas que derraman savia desconociendo el origen de sus vísceras, en frente siempre firme y fiel, el asombro sin saber qué hacer, tal vez…comprarle una vida para que no la ahorque el desaliento de no poder tocar el cielo con alas, que se quemen en hoguera de sus propias creaciones. Deja que milagrosamente pasen estos ciclos a los que él no ve como sucesos vencidos de ayer, multiplicidad gastada, terquedad, colores carentes de brillo. Atrás, atrás quedaron los errores verbos mal aprendidos, universidad de vida que no vuelve. Solo adelante va el camino, única ruta posible esquivando charcos, sin saltos, ni sobresaltos, absorbe la luna clara y deja al sol quemar la espalda, acrecienta la energía del aura para sortear el abismo karmático de esta y otras vidas del alma.

martes, 6 de agosto de 2013

ESTABA TODO OSCURO





ESTABA TODO OSCURO

En quietud y sosiego se encontraba la noche, todo oscuro, listo para dormir, tregua indispensable, pausa para mirar el cielo de cerca, para acunar estrellas y entrar en los sueños, en el mundo de lo inconsciente donde algunos suaves colores se despliegan en tornasoles inesperados, los versos al viento como lluvia en desamparo son hipotéticas espirales de caricias, ilusiones de la noche mansa y retorno a la vida después de las horas. Volvió sobre sus pasos para decirle muy despacito a su imagen, que los deseos que más desea habitan sus soles y lunas menguantes, que ansía poblar ese corazón atrapado en besos silenciosos, remanso, caricias y cobijo, entre las mareas de días ausentes, dentro de la mirada como espejo de mar profundo, de anhelos para ahogar el tono de su voz. Que es para si, una nube de cielo y misterio, dormido se ríe y despierta poesía, que solo en él encontrará la savia, dulce consuelo a esta existencia tan difícil de llevar, que no sabe como abordar al puerto desde donde suena el concierto de Aranjuez, para guiar los pasos. Llegará igual, vestida de locura con ropajes multicolores, grandes pendientes plateados en notas musicales, con sombrero adornado de pájaros amarillos y collares en claves de sol con cencerros que suenes acordes al caminar rítmico, si encuentra un lugarcito bajo sus nubes antes que llueva, promete sonreír, cuando sin darse cuenta el rocío los bañe en un abrazo interminable, con alamedas verde claro y flores imaginadas como trenzas de un tono rosado y lila, para vengar el tiempo que como río corre con las rutinas en agobio. Es que la vida que se tornó muy dura en estos años, llevándose en gira eterna a seres muy queridos.

miércoles, 24 de julio de 2013

EL CUADRO DE LOS REFLEJOS


Pintura: obra del artista Barrachina Sanchis.


EL CUADRO DE LOS REFLEJOS



Ya no importa si vive mi reflejo y el tuyo en la corriente de este río de silencios, tal vez sí, porque te amo, todavía somos alguien en el paisaje, eres parte de mi propia vida, aferrado entre las ramas crujientes de este cuerpo y hojas amarillentas de mi pelo, así como las del diario de apuntes vividos que nadie leerá hasta después del fin. Ya está todo hecho! dije, al instante, vi el dolor en tu mirada de mar, leyenda que decía: te necesito! tomaste mi cara y la sacudiste como para despertarme del sueño y coqueteo con la oscura postrimería y mundo de formas sutiles. Sucedió el día aquel en que partía humeante el tren desde la estación de nubes áridas, el eje se oxidó y se enfriaron los huesos, carcomiendo parte de la esencia. Cansada de ruedo, con arañas tejiendo, bordando en el bastidor para el cuadro que quedó sin pintar, silueta en espera inhabitada y soledad profunda, interior, ingratitud que no mereces. Vivir en sueño ya no se me hace vida, viajando reflejos cambiantes, espejos en movimiento constante, acá los verdes amarillentos de frío con algo de cielo se mira con la tarde y más allá… dime mi amor ¿dónde crees que irán? nuestros reflejos sigo…los veo nítidos, como encaramados escarabajos se montan a las hojas amarillas, esas que sucumbieron a las ramas verdes de las electrizantes pasiones vividas, ahora evocadas y embellecidas en los espejos del río. Un instante mágico de ayer se ve flotando sobre los adormecidos reflejos del agua clara, ella sigue su marcha hasta conseguir el duraznero en flor de los ensueños y el sabor de los cerezos en la próxima primavera.









Beatriz Graciela Moyano





-Julio 2013-

martes, 16 de julio de 2013

PASIÓN ESCONDIDA

PASIÓN ESCONDIDA

Los días sucesivos, hubo caravanas de hormigas en los jardines, algunas hileras negras subían a los techos a devorar el machimbre, así fue que la mirada asimiló los códigos cifrados en las nubes de su cielo, ahora que las lluvias han cesado y los días se vuelven iluminados, cuando el recogimiento y la melancolía dan paso al sol pleno propicio al devaneo, los jarrones se llenan de dudas y se instalan en divague por la azotea del pensamiento. Sostuvo las riendas de imaginado tiento, freno a la vehemencia y saboreó con mansedumbre las expresiones, el gesto, los signos y esa ceguera que se cuela entre los verbos pálidos en enigmas de frío y viento, congeló el vuelo con los ojos sorprendidos y cansados de tiempo, esa canela de asombro que ve sin mirar detrás de los cristales empañados con su propio aliento, los años cumplidos, tal vez, las nostalgias y rutinas, quizás, son parte en impalpables estragos. La poética va y viene restando ilusiones en estrechez de sus sueños que desertan entre las ramas de espinillos de una isla ensombrecida en deshojes, los roces son tenues y la pasión se esconde en cuevas de humeantes vizcacheras abandonadas por las crías. Entre Ríos de los ancestros se acopla por los términos, vocablos de la histórica "Poly" y los recitados, donde los pescadores levantaban redes vacías y las carencias eran en faena ingrata y continua. Aquí y ahora, la noche es madrugada y comienza a balancearse la muerte cotidiana, los duendes inconclusos conjeturan ausencias...y nada.


"Poly": Abuela paterna
Entre Rios: Provincia donde nació Poly
espinillos: árboles que abundan en las islas entrerrianas
vizcacheras: cueva donde habitan las vizcachas

Beatriz Graciela Moyano
Julio 2013

miércoles, 10 de julio de 2013

YO, soy algo


A veces expresa sin poesía los pájaros bulliciosos, con la mañana y la modorra maldita que se niega a la búsqueda de ser en la belleza. La parca se refleja una y otra vez en un lago de brillo oscuro como la suerte de un predicador frustrado en sus intentos y es por cansancio o cobardía, el no gritar la bronca de las mustias flores que condenan al poema entristecido girando voces de viento en derredor de un jilguero muerto, como anuncio de final con más perdidas que las que quiere soportar, como helada de incomprensión y sin fatigas ni vértigos. Infinitas contradicciones, tengo frío...no, no ya no, dormir…eso quiero ¡si! dormir, en sueños profundos interminables ver claridad de estrellas y no recibir las percepciones de tortura continua, peso de una carga que oprime, fuerza interior después depresión que hunde y es dolor, todo se hace olvido por instantes, los girasoles que no giran por que han perdido la curiosidad y el asombro de las caricias, los recuerdos que nadie recuerda para evitar la nostalgia y la melancolía. El saber ineludible y no saber qué sé, en la inconsciencia de no saber si existo, si soy lo que soy o una entidad diferente habita el deambular insomne. Pero vuelve, vuelve un mensaje para alentar el desarrollo de la mente capaz de habérselas con múltiples “Yo” en vida constante como una totalidad, poder y desafió oculto que llama con sus señales de humo, incienso y almizcle y las manos cóncavas, energía de salientes raíces en las plantas que pisan y aferran al centro de la tierra, necedad de querer ignorar la persistente llamada, la misión que persigue los pasos en la luz del día como estigma o en la oscuridad y las obsesiones de hija no bautizada en la fe, que cuando los vientos soplaron la voz comprendió y dejo de preguntar el porqué y trata de escapar de los que van y vienen con preguntas y miran a los ojos buscando la fuente de las respuestas y todo su ser condicionado, con sus propios motivos y búsquedas y la fatiga del desamor por todos los rincones como prueba de resistencia. Donde está la salida, donde sino el arco de la entra que diga bienvenida a la vida por fin.



Beatriz Graciela Moyano
Julio-2013-

lunes, 8 de julio de 2013

HABRÁ SUEÑOS?




HABRÁ SUEÑOS?
Navegando estas turbias aguas incautas, busca conclusión como  clamor de olvido, luego mirando la anchura se funde en anhelos verdes de frescura interna en lo selvático, cita a ciegas con la paz luzca túnica en tonos violáceos, danzando al son de una dulce melodía escrita en partitura horas amarillentas en olvido, espiración de borradas metas, hay misteriosas voces que siguen aludiendo a su nombre inexistente, malogrando en un final a toda orquesta. Escucha apenas el susurro de amor, como en un sueño ajeno, algo idealizado y tierno que no alcanza a salvar el naufragio, desliza arte una pluma ligera que roza la piel, las ventanas apenas entornadas de un dulce ayer difuso con luces tenues. Cómo dejar de pensar en el foro de luz indicada, final de túnel oscuro, camino que llama donde las almas brillan como estrellas. Hay aguas tranquilas en los mares con esa imagen de antaño, sonrisa joven perdida en el pasado, jamás será olvido en el mal llamado mundo que dicen tierra y es agua inmensa, masa que asusta. Ha dejado para siempre las algas silenciosas y los berberechos aferrados para soltar soledades en la tierra. Evidentes se harán otras tormentas en las costas de todo este planeta, turbulencias y azotes despiadados de los elementales, presagios nada más…y los avales de escritos que se ven como leyenda. La mente sigue pensando, habrá sueños? en la vida, después…en la muerte, digo, se podrán rozar algunos sueños? percibir el asombro, los encuentros de seres amados, de saberlo podría madurar algún intento, o simplemente tomar los riesgos en otra anécdota, ingenio cruel o sutileza, para evitar placer a  los chacales que aniquilan las rotas contingencias, devorando a jirones la existencia. Apenas remonta algún paisaje, despluman las alas a mordiscos, dejando un hueco vacio de circunstancias y expectativas, con las fuentes de aguas diamantinas secas donde ni los gorriones ya se bañan. Pérdidas, involución infame, cielo de nostalgias y la tristeza indeclinable, cómoda acurrucada entre los senos. Se dibuja una sombra desconocida, cintura ajena, pelo y cadera adulterada y a lo lejos se escuchan las carcajadas, de a los que no les importas nada, nada. 
Beatriz Graciela Moyano


Beatriz Graciela Moyano

Julio-2013-

jueves, 27 de junio de 2013

ARENAS DE OTOÑO


      ARENAS DE OTOÑO
L
a vida desde siempre fue irreverente, la miró de soslayo con soberbia, desde que era una niña y se sintió amilanada. Con saltos y en vuelo rasante de gaviota pescó algunos triunfos, que cuelgan de su cabellera rizada, ahora las muecas del destino lastiman de forma indeleble, perenne y algunas flores se niegan al asombro en depredados jardines y partirá en viaje de descanso aprendiz. En las playas de dunas ariscas, será arena para el reposo cansino de alguna estampa sombría y taciturna. Arenas a los pies de huellas mojadas, del cuerpo tendido al sol del pensamiento para hundir el rubor, el desaliento o la vergüenza. La humillación la hizo sentirse arena tibia callada, con la modorra del atardecer otoñal que se aproxima y se hará largo de ausencias. No tiene soledad, la busca desesperada, su mente se aísla en compañía, huir, desvanecer entre el gentío a las arenas que esperan en noche solitaria, que refresca y rejuvenece, deseos de soledad en la noche de lagartos hundidos y silencios. La mañana del día después aletargada seguir en fantasías de arena gruesa que castiga en vientos, que duele en la piel sensible, excitable, dibujando sombras en playas penitentes, con los desguarnecidos muertos del olvido en los rojizos tintes de un otoño que se desprende sin comenzar la ardua tarea deshojadora, la nieve quiere adelantar el curso del tiempo y ésta nieve claudica en arenas de caracolas marinas deshechas con aureolas de espumas retraídas, arenas solitarias esquivando deseos confusos, como huellas de cangrejo en su andar desprolijo, ladeado, con sus pinzas afiladas que no solo sirven para inmovilizar a su presa, paralizarla, en resonante tamborileo usará también para el ritual de cortejo y apareamiento, que observará fascinada, siendo arena, brillando al sol de sus enojos con la vida, se mudará de las costas al desierto penetrante, viajando en el viento sin ponerse freno a la hora de enfrentar a las tormentas, pagar el precio a las decisiones es la consigna y recoger los frutos regalo del cielo al final del camino. Conocerá los sitios dorados de abundancia y a los avatares reunidos que reinan en sus templos.



jueves, 20 de junio de 2013

ENCONTRARTE




ENCONTRARTE







Encontrarte siempre, saber que estás cerca mirándome, con esos tus ojos de todos mis sueños en los que habitas como una dulce condena, estás, te siento, tras los vidrios nublados de vaho donde apenas soy un reflejo de locas ansiedades, afuera llueve y hay un viento helado sacudiendo los ficus contra las ventanas y el balcón de los malvones quebrados en ausencias, pero sabiéndote en mí, la soledad es solo una palabra entre de las piedras obsidianas brillando en sus matices sanadores para el alma, hay una búsqueda constante de todo y desde siempre, mucho antes de la época prehispánica, cuando el universo nos convocaba a las caricias y no me sabías nacida, solo me presentías en las orillas de un río, amanecida. Siempre, como agua de lluvia sobre los rosales, como las hojas amarillas de mi otoño y el tuyo que se combinan en clamor de pájaros azules o salamandras de fuego amarillas y negras liberando sustancias irritantes cuando los días se inundaron de celos y despojos, sin saber qué piensas mientras me buscas cuando la ausencia llena el silencio y traes un canto inolvidable de nostalgias asomadas a mi nombre, poblador ancestral de sueños, en un constante abrazo de luna eclipsada. Haberte encontrado tiene esa magia de leyenda impredecible, emociones y algunas complicidades poéticas con el ensueño de apaciguar los amarillos furiosos de esos girasoles que siguen curiosos a los soles vigías. Tiempos de conjuros, de luz difusa que volviste brillo de cuarzos y micas al saberte cerca, quebrando los espejos del silencio en la noche sin luna, indiferente. Te encontré mientras exploraba minuciosa la poética solitaria de la melancolía y los caminos, los mares y prados, las rosas desvanecidas y los escombros que no vi, complejidades que surcan las mañanas escarchadas en las que no me encuentras, escuchar las palabras detrás del silencio de tumbas vacías y las caricias de cielo en tus manos inquietas. Hallé un mensaje cifrado en el laberinto de tus emociones, pero te gusta jugar al olvido a veces o buscarme en la espesura rebelde de mi pelo, siempre… y en ese siempre, siempre me encontrarás. 



Beatriz Graciela Moyano

Junio-2013-

jueves, 13 de junio de 2013

VIVIR, ESTAR, EXISTIR




VIVIR, ESTAR, EXISTIR 




Existir, estar, vivir con la evidencia colorida y dulce de no transitar como sombra inadvertida, estremecida cuando mencionan su presencia y los efectos, con la voz justipreciada en leve reproche fue la palabra, seria sonrisa de estrellas que sintió emocionante luz de luna, suave deslumbre con empalizada filosófica de roca consistente o Lonsdaleíta de brillo diamantino. El fragante e insinuante amanecer se hizo gorjeo y el dolor de ver al instante la hilera de pájaros muertos, envenenados de plaguicidas, después fue réplica a la aparente intrepidez que amanece en los jarrones llenos de flores, al vivir con algo de la noche y algo del día detenido. Estar, existir y simplemente ver la mirada en esos ojos que suelen idolatrar las lluvias, encadenada a los plenilunios de estelares sueños. Una sonrisa espontanea y nueva recitó en versos, un cúmulo de colores con pinceladas de estilo en la sonoridad de la tela, balada lenta que no propició su luz, delirio vano inconcluso, absurdo existencial, ni se atrevió interpretar los versos. Quebró el poema que ya se había truncado, dormido en extenuado sigilo. Y hubo otras dulces voces y letras, evocando el mar profundo que llamamos universo, esbozando lírica incondicionales poetas con la voz del maestro y sus recuerdos, en un templo que deseó para pedir el regreso, la presencia de las metáforas construidas a la espera que devino en fuga hacia la muerte. Constante brisa de vértigo, sentidos en vehemencia más los persistentes acordes, trinos, perfumes y arrullos con la palabra viva, la vida en palabras y brillo creativo. Hoy ni la ilusión en caricias de ave rozando las mejillas trémulas. Amanecida con pereza en los ojos y latidos temblorosos discontinuos de besos oníricos en delirante evocación. Sombras perdidas en la bruma de esa playa, un amanecer cualquiera con ecos audibles de nuestras risas transparentes, sanas… y nada. En contrapartida, danza alegre y mágica que acercó la mañana inolvidable de misterio en el arroyo rojizo de los reflejos, secando las lágrimas que veía a pesar del universo en espacio y sucesos, se venía la ausencia y él la hizo catálisis, superviviente recortada en versos.



Beatriz Graciela Moyano

Junio-2013-

miércoles, 5 de junio de 2013

SU PROPIA IMAGEN




























SU PROPIA IMAGEN



Desde aquí todo se ve envuelto en bruma, solo algunos reflejos en los espejos rotos que multiplican las imágenes de todos y de nadie, ellos hablan de los tantos espíritus solitarios. Se queda quieta amalgamada, enredada entre tallos y hojas de la pared refugio de los pájaros que han perdido el vuelo, sentires y algunos quebrantos solapados que se escribirán en el libro de todos los muertos que una vez resistieron a entregar sus vidas a la sinrazón banal y exhalaron su último aliento de supervivencia para que sienta por quién doblan las campanas que le roban lágrimas secas al viento de los últimos desencantos. Su propia imagen se esconde al reverso de una lucidez, resguardada en un lugar de privilegio, esa enamorada del muro donde también se alojan las entidades de luz y elementales de la naturaleza a observar el todo, el infinito establecido en el vuelo de las aves y la muerte encallada en los hongos que se sienten perennes hasta que el sol los seca y pulveriza. Su asomo desnudo e invisible a los ojos del mundo, es el curioso y sonoro reír de los niños al salir de la escuela, se cuelas los adjetivos a la mente que esboza una sonrisa, después es el silencio entre gris y azulado de espera, cuando la palabra en su voz extendida se hizo audible para un sentir de quimeras, en precisos destellos de versos mágicos como pétalos rosados al viento cómplice de siempre...y los soplos de luz filtraron caricias que nunca existieron jamás se encontraron y nada pueden redimir. Como antes de aferrarse a la mansedumbre de las horas por donde la nitidez sonara de la música llega en sus noches, en las que aún no puede danzarle a su vida.



Beatriz Graciela Moyano

02-06-2013