BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

viernes, 28 de diciembre de 2012

VIVIR, PARA PODER MORIR




Estudio de un ángel, de Alexandre Cabanel, para el cuadro "El paraíso perdido"


VIVIR, PARA PODER MORIR


Tiró la frase así, sencillamente, como si dijera…hoy es martes, pero dijo “hay que vivir, para poder morir” y me miró a los ojos conectando ese pensamiento, dejándome ese sentir batiendo las alas para que fluyan las palabras.


Vivir, para poder morir, dijo el muchacho de mirar profundo, ese que un día tomó los riesgos de sentir las vibraciones agitadas de su corazón, el mismo que dejó caer algunas piedras que lastimaron sus pasos con huellas indelebles bajo los pies, para no olvidar. Equivocó el sendero una noche lluviosa, se sintió perdido en la bruma otra noche con pocas estrellas y sin luna, asistió a su propio derrumbe con los ojos llenos de colores y se durmió quién sabe donde. Pero la rubia sonrisa del embeleso, lo cegó con un regalo de luz que no esperaba. Ella fue más embriagadora que la espuma en el cristal helado que bebió de un sorbo. Y lo volvió a mirar con sus ojos de cielo, el regalo fue demasiado tentador, era la misma vida prolongada, con la magia y esos mismos ojos, entonces con las alas del amor se desplegó a la nueva aventura de vivir, sin esas cadenas arrastradas por las orillas de la nada, el brillo de su mirada dice que muchas veces sintió dolor…y volvió a sonreír. Había que romper con todas aquellas antiguas cristalizaciones, dejar que el humo se expanda en el aire transmutador y conectar la emoción con espíritu, se tornó querible, querido y está aquí, entre los suyos y los nuestros, ofreciendo la sinfonía de su alma entre sonrisas y burbujas. Quiere, sabe, dijo… Hay que vivir, para poder morir.







Beatriz Graciela Moyano

domingo, 23 de diciembre de 2012

QUIETA Y SILENCIOSA


Quieta y Silenciosa

Como encerrada en un marco dorado se encuentra, difusa entre el vaho de un cristal donde puede verse reflejada tal como quedó para siempre quieta y silenciosa. Es un perfil pudoroso y tímido el de su escote y su rostro sugiere estar enamorado, entregado a permanecer eterno. Nadie sabe quién es, si un oleo sin vida o una vida quieta de espera ilusoria sin el oleo que la pinte entre terciopelos amarillos-ocres. Cuantos sueños soñó, cuanto rocío lloró mientras la miel de su pelo la enredaba en el asombro de los derrumbes, nadie la conoció, porque ella es, un camafeo de raso desteñido que un orfebre recogió de entre los escombros y ruinas un castillo rodeado de muros, ahora triturados para siempre, es ella… un mensaje de fin otoñal escrito en hojas secas, quebradizas solo legible al destinatario de la estática, en ese quieto silencio que nadie escuchó y un día oyó su voz.

viernes, 21 de diciembre de 2012

EXUBERANCIA DE LOS SENTIDOS








EXUBERANCIA DE LOS SENTIDOS
No sé cómo ni porque me extravié en una nube tóxica entre tu mundo y el mío y me encontré aquí en este costal de fastidio y empalago sacudiendo la azotea del pensamiento como si fuera un abanico de estrellas oscilantes que titilan histéricas, hay muchedumbre bulliciosa y sin embargo, es la soledad más profunda donde se silencia la exuberancia de los sentidos. En la mesa de un café en la ciudad de la furia,  la solitaria escribiente sigue anotando los dictados misteriosos y azules de la memoria nostálgica, que busca y consigue rozar el terciopelo suave de las palabras. Compases de música que vagan a lomo de recuerdos y brillan color como pájaros que cambiaron plumaje. Hay un acople oscuro de silencios que huelen a muerte, muerte confusa y cruel de ternura ausente cuando encuentran los destellos aparentes que convergen desde otras costas y como cardúmenes gélidos los peces de aguas frías desovan en el río profundo para emigrar después, porque saben que siempre hay un después en el río de los camalotes floridos y llano caudal, exuberante en la crecida. La escribiente sonríe a veces y eleva la mirada, sabe que un día los pájaros sobrevolarán el cauce del litoraleño río y éste se hallará revuelto, furioso y sin amparo posible.



Beatriz Graciela Moyano

sábado, 15 de diciembre de 2012

LAGARTIJA INMÓVIL



LAGARTIJA INMÓVIL
LAGARTIJA INMÓVIL

Hay un camino de variables insospechadas, con curvas estrechas rectas que se bifurcan en el verano que se aproxima sin sigilo, estrepitoso se viene con afanes en diferentes oleajes de expandir en belleza el camino que reste recorrer. Las lluvias y tormentas con vientos y descargas despejan los espejos de corrosiones, antigua celada tendida, de ardid inútil sin alunizar. El camino de la certeza y seguridad había angostado de poco andar, de mezquinar los brazos y abrazos, los besos que se habían vuelto leves. Pero no cesan los labios que buscan a pleno sol o en penumbras redescubriendo un nuevo verano en un acopio de susurros renovados. Grandioso mar verde de olas sísmicas, poderoso, no deja sucumbir la voluntad y sin desmayo se apropia de todo el espacio, ineludible amor, temor causan las sensaciones… hay cierta ansiedad en la creatividad constante adueñándose de las horas. Calma, calma que se preparan las alas en despliegue de luna frenado en la pureza del alma que se hace día y se hace noche azul estrellada, que son una en él para encandilar a la luciérnaga de luz difusa que desapareció del jardín de las rosas marchitas donde azotó el temporal, pero el amor del camino eterno no cede paso a las sombras, posee los reflejos y el brillo de la mirada de estos ojos que a la aurora duermen, duermen el hechizo constante y guardián de los sueños, sumergen en lluvia de ensoñación y allí asimilan el refugio de velados barrotes. Y vuelve a despertar en el asombro de estar viva, de no haber muerto de asfixia, ver que no ha menguado la luz protectora, entonces llega el día como siempre, la tarde y la noche. Ahora el vapor del cuarto de baño ciega, hace mucho calor... es insoportable, el patio está hermoso en esta noche hay preparada una mesa con dos platos, copas... flota un brindis y al alzar la vista hacia el cielo de las estrellas que iluminan se detiene en la madera barnizada que sostiene las tejas, una lagartija inmóvil mira fingiendo no ver.


domingo, 9 de diciembre de 2012

CON LA PALMA DE UNA MANO



CON LA PALMA DE UNA MANO

Y se hace una nube espesa en el reverso de la pantalla negra, en el teclado de las palabras vertiginosas es una polvareda que ciega como una estampida de búfalos grisáceos disparados de susto por la tormenta que se aproxima con esos estridentes truenos que están ensordeciendo hasta los relámpagos que rajan el cielo con esa sedición de arrastrarlo todo y apedrear la voluntad entre nubarrones oscuros como el plomo en los pies cansados, con el sopor de los años que hoy se sienten aciagos y la vida que en versos se puede mostrar divina, en las estrofas infinita y en la realidad dura y frágil como cáscara de nuez, que sin oponer resistencia cruje bajo la palma de la mano del olvido y la ingratitud. Vulnerable, endeble parece su esencia de rico alimento aceitoso de propiedades y sustancia sin develar, que al quebrarse muestra el laberinto de su adentro del corazón y la vertiente medular, entonces ya rota, rajada como el cielo de las tormentas estivales con su cáscara hecha trizas recuerda la nube de polvo, el teclado y los búfalos, las nubes de tormenta con el reflejo de rayos y descargas eléctricas que se reflejan una y otra vez en los espejos y descubre en un instante supremo ese sitio enigmático con recodos y escondrijos que es el interior de esa nuez donde está, con la cáscara rota trepará al nogal frondoso tenaz de su eterno amor en los años que jamás desvanece, el del vigor sorprendente, fortaleza en el tronco robusto y ternura en las ramas resistentes que la abrazan, de cada hoja de caricias y filamentos de besos. Como niña exploradora en aventura elegirá donde abrigar y recobrar la forma consustancial, parte congénita que ocultaba bajo esa cáscara de apariencia compacta para que fluya la ternura que a veces esconde quedando desprotegida ante la palma de una mano.