BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

martes, 29 de noviembre de 2011

"Pensándolo"


Pensándolo

Se trata de reordenar las fichas,
se mece el tablero desconcertado
mientras el humo de un cigarrillo
dibuja círculos de distintos tamaños
sus palabras aún resuenan en la mente.

Pensándolo, ve como se disuelven
los anillos del blanco humo y
se entremezclan con los oleos colgados
como los pensamientos a dilucidar.
¿Como se sentirá si se esfuma para siempre?

¿Que dirán sus ojos sin poder sumergirse
en esa historia cotidiana que transitan?
¿Que dirá su piel sin la vibración
extenuante y mágica creada al deseo,
con el toque sutil o brusco, pero presente?

Sigue pensándolo y el debate reñido
es entre la razón insistente y el ilusorio
mágico sufrimiento, que llora a veces.

Sacude las migas del mantel para los pájaros
en el balcón con geranios y todo es recuerdo.

Las campanas de la iglesia la llaman
a la realidad presente, hace calor,
se recogerá el pelo que cae en la frente.

Ya se hizo muy tarde, todo duerme,
Seguirá pensándolo y el sueño la vence.

Beatriz Graciela Moyano
27-11-2011-
Rosario. Santa Fe
Argentina

sábado, 26 de noviembre de 2011

"Ella"

“Ella”


Bajo el techo infinito
con pocas estrellas
de la noche sin luna,
el rocío frío y sereno
está ungiendo su pelo.

Sola, sola camina ella.
Con su costal de vivencias.
Sola, sin una queja,
serena como el rocío
que en la noche la refresca.

Anidando soledad
camina ella
ropajes, cuentas de cristal
espejos de infinito,
reflejando años y a ella.

Como camino al cielo
así de serena.
peldaños de amatistas
para la esperanza
a empezar lo nuevo.

Solo caminar necesita ella,
hasta el haz de luz
claro que ilumine
cruzando el vil puente
de lo intrascendente, ella



Hacia la otra orilla,
es todo más cierto.
Como siempre vivas
las flores multicolores
en su mantel celeste
la esperan... a ella.




Beatriz Graciela Moyano

jueves, 24 de noviembre de 2011

El tiempo perdido

El tiempo no tiene valor y sucumbe al reloj cautivo de su mirada en un soplo mitigante que dura solo un instante, de magia por detener la estática de la imagen, en la misma eternidad en la hora ya sin vida, en la memoria perdida, en las batallas sin lucha, sin soltura en los galopes de los jinetes del arte, horas días y semanas, meses años, una vida, al registro de lo cierto, al sordo de la mentira, al consuelo en fantasías, ¿que es el tiempo que no existe? se volatiza perdido, frustración o desengaños triunfos y laureles mojados, en la turbia mirada, agotado en sus mismos suspiros de camandulero enmascarado, entre el paisaje salitre, entre riachos internos o bebiendo en laberintos, ebrio de de pasión y vino tinto, tiempo perdido errante en los rayos calcinantes del vil sol estafador de lirios delicados que ahora yacen quemados por las brasas de su amante. El tiempo se hace cenizas sin el alivio furtivo de algún encuentro escondido donde soltar las polillas que cosquillean celosas aunque no les den motivos, con razones o castigos con trueques vanos y fríos, en lo absurdo contagioso de las idas y venidas son vanos los pensamientos y pierden sabiduría, siempre aprendiendo el silencio para hallarle algún sentido al potro de tanto brío. El ritmo sigue avanzando en vibraciones veloces en ondas poco sonoras en el aire irrespirable del que se sirven con gusto los virulentos chacales, que devoran a mordiscos las mariposas cautivas, débiles descoloridas y libélulas perdidas en sedimentos esfumos. Cetrería de rapaces desollando hasta las piedras de las lápidas abúlicas en horas de un mismo tiempo. Entre rencores, caprichos que resaltan la manía de sobrevaluada estirpe que en el bosque de los sueños elaboran los derechos, locuaces y distinguidos, eruditos sin olfato para tirar una liana al que se ahoga arrastrado por la resaca del río, quién en orfandad carente de locuaz ilustrativa engendraba pedestales donde venerar paganos de las palabras escritas en huellas anfibológicas, en los minutos furtivos de cada lluvia demente. El tiempo lo vio caer, parecía en agonía, pero era tan solo un juego, oscuro estaba juntando agua para su molino que no parece de viento, con flores de utilería que no necesitan riego, con piedras y minerales o arenas de los desiertos. En lo real no hay medida ni puede rentarse el tiempo, el hastío ha llegado, ya ha espirado el momento, tiempo ya no hay más tiempo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Pensares aislados y sueños


PENSARES AISLADOS Y SUEÑOS




Álgidos momentos que se transforman abruptamente, la ardiente falacia anida la mente vagabunda, senil, aislada de cordura, sus sábanas de raso anhelantes se erizan intuyendo la presencia al momento de solapar sus sueños, siente su cuerpo y no está, roza su piel y huye, duende camuflado, mientras muere el deseo al esfumarse la ilusión, escaparate ardiente en el fuego interior hipotecado por la estafa. Difícil será la noche para encontrar el sendero hacia la breve muerte cotidiana. Los leños con su chisporroteo iluminan las capas de pensares aislados y volátiles a incinerar en llamaradas. Diapasón clavado en las sienes que igual deja escuchar su música colgada al pensamiento, el incienso mezclado con almizcle hacen intentos para armonizar su ambiente para sedar o anestesiar la sinrazón que se queda caprichosa en la tortura. Juguetea con su pelo enroscándolo entre los dedos formando bucles mirando el techo de madera oscura, sus vetas hablan en formas de escenas con serpientes o figuras indefinidas que asustan al transformarse en diferentes bestias que atacan cual si fueran endemoniadas nubes en movimiento. Desea enmudecer o cegarse para no responder a la catarata incesante de arrullos que provocan tentaciones, o tal vez desplomarse rendida para no volver a hundirse en sus brazos, para no volver en enviciarse con su presencia constante que la deja sin espacio para pensar en nada más que no sean sus ojos. El bendito sueño llega y la envuelve en estrellas y en las profundidades… la entrega, sin la sostenida voluntad de la conciencia se hace eternidad y en el despertar suma los silencios los murmullos, las libélulas y sirenas, las bestias y monstruos marinos, los lobos y la luna, las amapolas y colibríes al sol de las mañanas, los besos a lo largo del día, miradas y hechizos en inciensos con almizcle, peldaños de citrinos y ágatas, celos y dudas junto a las trenzas del placer con sus flores amarillas, aromas y savias, muertes y resurrecciones interminables y las jugosas frutas maduras de los deseos, todo, todo para moldear la figura del amor apareada a la esfinge artesana en arcillas del río marrón que la rodea.



Beatriz Graciela Moyano

14-11-2011

Rosario. Santa Fe

sábado, 12 de noviembre de 2011

No supo que decir



No supo que decir




Sin embargo se puso a pensar, aunque no supo que decir, ese freno a los costales de colores y sentires , crueles frenos resentidos oscuros como un pozo ciego con gusanos robustos fue paralizante, contradijo a su memoria por no borronear los te amo, por el gusto a la verdad. Por no seguir en dolientes corrientes escabrosas. Por romper algo que nunca tuvo con un grito aterrador. Nada que explicar, nada. Terca acción de gritar por gritar sin mencionarlos grandes picotazos en las sienes de la nada. Solo gritar por gritar para no contradecirse y así no darse otro flagelo, de alguna estructura rara. Silbó una melodía extendida sobre las cuerdas de un tiempo que se descuelga sin memoria sobre agonías sacrílegas en su mundo interno. Que ciénaga profunda le espera al ofensor descolorido de sus fuentes de dulzura, de los jugos deliciosos ofrecidos en bandeja de plata con filigranas doradas, como manjares a los dioses que profanos se deslizan a sus amados fangos, donde se siente rey de las penumbras, no le sirve el sol ni los plenilunios a pesar de sus tildes de lobo no le aúlla a la luna, se esconde en matorrales de hierbas venenosas y desde allí lanza camufladas espinas acumuladas en sus cofres de residuos tóxicos.
No supo que decir y aunque no quería, después comenzó a silbar una triste melodía concluyó y volvió a gritar chafalonías, sin saber como ni por que en su mente apareció la imagen amada de su padre, recordó su lunfardo, revivió su pelo, su perfume. Y un tango evocó también silbado y esa camisa que por tantos, tantos días arrimó a su nariz para no olvidarlo.



Beatriz Graciela Moyano

11-11-11

Rosario. Santa Fe

Argentina.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Sincronizadas coincidencias


Sincronizadas coincidencias

(Breve texto)



En sincronizadas coincidencias se desplazaban sus almas vagabundas por el éter tomados de la mano a la distancia, despojados de sus egos altivos e inflexibles, amando en creciente suave, como acróbatas de vientos que se calman ante la luz que irradian al juntarse, lo que en tierra parece arder en chisporroteo se vuelve serena percepción y sincronía amorosa. Cuantas vidas abran sincronizado pasiones en coincidencias? Sus sabores a moras y damascos maduros, jugosos, le dan a ese par le labios ardientes más ansias de libar sin cesar de esa dulce fuente hasta en sueños y despertar cada día a un amanecer, de nuevo sol, una luna nueva, construyendo escaleras al cielo peldaños de ágatas y citrinos para seguir armonizando en sustancias y esencias divinas.



Beatriz Graciela Moyano

Rosario. Santa Fe

Argentina

jueves, 10 de noviembre de 2011

Paridos de deseos




PARIDOS DE DESEOS

Hijos paridos de deseos ardientes y solaces instantes de amor puro, con la sangre cual vertientes del alma y del cuerpo, ahora se dispersan en espumas malolientes resbalando sedimentos de misteriosos y perversos celos, arrasadores impulsos que corroen los ejes de la endeble memoria, furias, tempestades y turbias intenciones devanando células y átomos que lloran. Como depredadores y carroñeros despedazan las presas que un día ungieron sus sueños y lustraron sus alas. Cual maleficio mortal sus garras afiladas implacables las dagas se hunden en las entrañas que sangran desoladas. Las crías confusas huyen desorientadas hasta que al final van oliendo y aprendiendo para quedar marcadas con el signo de la desconfianza fraterna. Paridos del deseo, esperados con ansias han olvidando la esencia, completando la saga destructiva. No sede un tranco el orgullo, va avanzando a contramano sin meditar circunstancias ni consecuencias. Mientras las almas que parieron conejitos se encuentran con dragones despiadados. Deshechos por la pena quieren hundirse en el fango, que los trague la ciénaga profunda, para no sentir, para no ver que el castillo de las hadas y silfos se ha trasformado en un desagradable desván en donde solo anidan depredadores cubiertos de odios. Fueron paridos de deseos.

                                             Francisco de Goya-Madre infeliz

Beatriz Graciela Moyano

Rosario. Santa Fe

Argentina

lunes, 7 de noviembre de 2011

Ya no siente miedo




Ya no siente miedo

Pasó la madrugada y ahora brilla el sol con un fulgor diferente, los aromas se sienten dulces, florales. Las campanas de la iglesia se dejan escuchar en el silencio de la tibia mañana su tañer ha sonado ocho veces, se despereza como queriendo tocar el cielo con las manos hasta humedecerlas de nubes blancas como espuma, es un raro placer el que experimenta al repasar los sueños, acopio de fantasías extravagantes, como fragmentos de un flim' imágenes ligeras que pasan por su mente delirante en una noche en compañía los fantasmas espiando su desnudez y la de su amante participando de caricias sutiles en el castillo vicioso. Recurrentes sueños con habitantes invisibles activos en los ritos amorosos saboreando sus gemidos alimentados con el éxtasis. Ya no siente miedo, abre las cortinas de brocato estampado en paisajes oscuro para que entren los rayos de sol energizantes, que la renueven. Esta noche se programará para nuevos sueños, pues ya no siente la adrenalina del temor que el amante en complicidad con los impalpables amigos le producían, eso le ha quitado el sabor a los encuentros sutiles. Desea soñar con hadas, silfos y elementales que le dejen algo más que excitación al despertar, que ríos caudalosos de agua fresca le muestren sus profundidades oscuras, que pueda filtrar sus arcillas para crear esfinges con sonrisa amplia con sus manos ansiosas moldear lo que fue y no regresó confundiendo la expresión, algo le duele en su corazón sensible quiere identificarlo, las máscaras ya no asustan ni atraen, la transparencia del agua limpia y purifica los afanes y por un momento se esfuman las fantasías, lo real se vuelve pesado fuerte tangible, agonizan las ceremonias de sus sueños eróticos, la pasión toma forma real palpable en su amanecer mientras elabora nuevas libélulas sin mutilaciones y las escamas doradas de las sirenas se reparan cobrando mayor brillo en sus coletazos marinos que buscan de los secretos y misterios de capitanes agobiados de pasiones desabridas sin polizontes ni tormentas de viento zonda que sacudan las embarcaciones corroídas. Ya no siente miedo, aunque la sal reseque la piel, las alas, tal vez la lluvia la deslice, la disuelva y las abejas chillonas le ofrezcan su miel pegajosa para lamer mientras amaina la tormenta cruel, esperará sin miedo.  



Beatriz Graciela Moyano
07-11-2011
Rosario. Santa Fe
Argentina    

jueves, 3 de noviembre de 2011

¿QUÉ PASA?


¿Qué pasa? 
Los sauces se sacuden por el viento, ramas de gran fortaleza y flexibilidad pero los nidos incipientes sufren los soplidos tiranos, pajas hilos fibras por el suelo, huevecillos rotos…pudieron ser vida. Son tormentas de verano, viento caliente despiadado. Los capullos arrugados se han cerrado y los zapatos se hunden en la brea caliente frenando los pasos, irónico el sol sonríe enrojecido de placer, luego se va y se dejan ver algunas estrellas opacas desprendiendo ácidas sustancias. Que pasa? Duermen las marmotas como siempre y los búhos atentos a cada moviendo con sus ojos fijos a los detalles, un par manos frenéticas desprenden caricias bajo su pollera de seda y luna a la espera impaciente por ver cruzar la línea limite escandalosa precisa que acuesta espejismos y quimeras, cuanta pasión chismorrean los demás, como reinas sin trono o naipes marcados se escucharán los ecos del día después, prejuicios módicos en tienda de liquidación. Silencios que hablan a gritos y los grillos siguen allí en los oídos. El placer es de los dioses, las uvas a los harenes, corona a los reyes mientras los pájaros y palomas comen migas crocantes en la plaza poblada de dolor. Libertad amor y celos compiten podios y las caricias continúan rozando la piel, los sentidos profundizando armonía candente naranja y roja con destellos dorados en la madrugada oscura de ensueños. En el castillo los muros más altos se derrumban, los capullos se abren las estrellas comienzan a brillar los pies se deslizan y flotan en sincronía perfecta, sábanas de fino raso con flores vivas aromadas, cuerpo muy tibios atuendos casi invisibles espejos ruborizados de bordes dorados penumbras y reflejos. Pero que pasa? Los habitantes invisibles van y vienen sin poder nutrirse del calor y la energía de esos cuerpos. Que pasa? Están ausentes los murmullos del éxtasis las respiraciones agitadas que se dejaban oír en el sonoro silencio de la alcoba en las madrugadas, los amantes en la cama perfumada regada de pétalos aterciopelados duermen y el fantasma de turno en el castillo deambula en por los corredores del desconcierto. Hoy solo se han besado largamente y yacen sus cuerpos juntos dormidos envueltos en sus sueños sedientos de placer sin concretar los ardientes rituales apasionados, embrujo de celosas doncellas? o pócimas venenosas? están muy dormidos! tal vez en sueño… eterno? 

 Beatriz Graciela Moyano
 04-11-2011
 Rosario. Santa Fe
Argentina

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Viniendo de un viaje


Volviendo de un viaje




Así, como volviendo de un viaje ancestral de reconocer la ilimita abundancia. El aroma a jazmines se siente subyugante, aspirar una y otra vez su dulce fragancia hasta hundir sus pétalos en las inhalantes fosas que como cobres guardan las perfumadas joyas en aromas con memoria sutil y fértil del recuerdo, felicidad del regreso, con el pulgar en alto aprobando la verdad del Yo Soy resonante, suavizando disidencias, la luz envolvente violeta gira y gira en derredor, bendita seas transmutación de los errores perdonados ignorados, exculpados para conciliar las almas. Disfrutar de los instantes mágicos de felicidad mirar el sol sin encandilarse y embriagarse de luna. Que somos si no seres en constante proceso de evolución esperando preparados en túnicas blancas de suave seda la ascensión junto al planeta que nos cobija. Colgada del cartel de poeta transmitiendo versos del alma etiquetando las letras con firma de autoría con el orgullo y la jactancia de los derechos adquiridos, sin darme cuenta a veces, que está casi todo dicho. Me pregunto…que eres? como eres? que luz emanas a los que te rodeas, quien eres en tu pequeño mundo, de que color son tus sentipiensos por que de acuerdo a tus colores te ven los maestros ascendidos, buscándote un lugar, el que te corresponda sin juzgar ninguna actitud solo acompañando la sincronía del color. Y así, como de regreso de un viaje comenzar la nueva etapa sin máscaras, despojada de hipocresía, cada día más liviana la carga. Cataratas de lágrimas en las emociones, jamás por el dolor físico que solo hace más grande la queja, si todos los dolores que hemos tenido y tendremos nos los hemos creado con resentimientos, ira, envidia y rencores y vicios cristalizados en el músculo sagrado que lucimos en el pecho brillante escarapela bordada, o en la mente, disco rígido agotado de falsa información. Me gusta sentir que estoy volviendo de un viaje sin retorno a mi pequeño mundo de afanes puros donde el beso, el abrazo, contengan la maravilla sentida y afectuosa del calor interno verdadero para el que recibe y que sea una tierna “enfermedad” un raro virus transmisor contagioso. Y aunque todo este dicho, lo seguiré diciendo de una y mil distintas maneras para no perder la veta poética que cuente de cadenas y libélulas de soles e inspiradoras lunas de los romances vividos, soñados o inventados, con el fervor de las pasiones más ardientes o el sabor aún vivo en esos labios enamorados, recuerdos de amantes que dejaron marcada la piel y encendida el alma con la flama eterna hasta el regreso de este misterioso viaje.



Beatriz Graciela Moyano

1º-11-2011

Rosario Santa Fe

Argentina.

AArgentina