BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

jueves, 30 de agosto de 2012

EL AYER




El ayer

El ayer se me viene como un potro salvaje atropellando la memoria, me acosa con las sensaciones del plenilunio aquel que nos encontró embebidos de amorosas caricias, sumergida entre tus brazos fuertes. Vibraban las horas de espera entre espejos y fragancias para lucir frente a ti, ah! si hoy fuera ayer, nubes blancas y celeste cielo, las noches plagadas de estrellas en un techo contenedor que abrigaba con solo sentir tus manos rudas aferradas a las mías. Que no daría por que regresara esa magia, pediría perdón por mis excesos, volvería a perder la razón, ciega y loca treparía los vagones para colgarme de los trenes buscando tu mirada para encontrarte en el brillo de los ojos de un niño triste, perdido en el paisaje verde que le dibuja el viaje en busca de amparo. Tendría otra vez el pelo libre rizado para que jugaras con tus dedos y lo humedecieras con el aliento, si tan solo hoy fuera un día del ayer, volvería a sonreír confiada y segura, le cantaría al río marrón que nos vio reflejados, que nos bañó en sus aguas en nuestros días felices, regalándonos su mística corriente bravía y los frutos vivientes de su lecho arcilloso, ese tiempo del ayer dichoso en que día a día se emprendía la conquista y la seducción como juego preferido, cuando los fantasmas no vivían en la azotea de las razones, esas que juegan con los sentires del alma soñadora, amanecida y los convierten y falacias. Se hace difícil aunque el recuerdo acose convocar el ayer, remontar y borrar los desacuerdos, anular los dichos, aniquilar, triturar las estatuas de hielo y disolverlas, pero si tan solo hoy, pudiéramos vencer a nuestros propios egos, te sorprendería por la espalda, una vez más cuando menos lo esperaras, para llegar a esos besos que me diste ayer.