BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

jueves, 29 de octubre de 2015

REMOCIÓN DEL VELO





REMOCIÓN DEL VELO 



Se le hizo noche, siendo media tarde allí en la azotea del pensamiento, un bagaje de remembranzas sacudió el acantilado de la memoria, una marea en alta y los recuerdos saltando como cardumen de peces a la caída del sol. Se sintió aturdida, había tanto y tan mezclado que no podía entender como se superponían épocas y sucesos tan disímiles, trató de tranquilizarse, quiso un poco de orden a esa batalla interior, no escapar de ese momento, sino entender el porqué de la visita inesperada, se vio joven viajando a su primer empleo de secretaria, leyendo un libro que su padre había forrado con un papel estampado de flores para que nadie supiera que leía las obras completas del "Che", eran épocas de dictadura militar y eso era más que prohibido. De pronto se borraron aquellas imágenes y aunque quiso volver a ellas ya no le fue posible. Ahora está tirada boca abajo en la terraza de su casa de la calle Dean Funes, ella, sus hermanas y su padre, tratan de observar sin ser vistos, los acontecimientos que tenían lugar en la plaza de enfrente, “terroristas” decían vecinos por lo bajo, estaban encapuchados y se arrastraban por el césped en dirección a la comisaría N°18, después ya la balacera y como en una película cortada ve su propia figura de madre joven corriendo y llorando con su niño en brazos, supo de ese momento, resurgió el sentimiento y la desesperación. Detrás o superpuesta a esa escena, la misma madre con la mesa llena de cuadernos y sus dos hijos en sus tareas mientras ella leía una carta, el viajero no llegaba ese fin de semana... Ahora es una niña asustada con su hermanita de la mano, no, no quiere recordar ese tiempo, los pensamientos no tienen orden cronológico ni piedad, se recostó en un sillón y en un momento se durmió mientras seguía su mente subiendo y bajando, experimentando realmente la remoción del velo. 



http://beatriz-bettymedit.blogspot.com.ar/
Beatriz Graciela Moyano


Octubre 2015


Rosario-Santa Fe-


Argentina

jueves, 6 de agosto de 2015

PARA LA PRÓXIMA LUNA AZUL

                                           Imagen extraída de la Web

PARA LA PRÓXIMA LUNA AZUL


Llueve intensamente, sin frío,

con algo de viento y piensa...


No sabe cuánto tiempo durará este viaje. Esgrimirá un ademán elegante para que la música proveniente de las gotas sobre las chapas, suene a celestial coro de ángeles envolviendo la luz y así llevarla donde quiera que vaya. La etapa pasada congeló la sed, trabó las cuerdas vocales y la sonrisa quedó justo en centro del abismo. Una sola bolsa cargará con recuerdos, hay varios cofres bonitos que ha coleccionado desde hace años, porque sí, nomas, en uno colocará prolijamente palabras de aliento, en otro los desencuentros y el rubor, en uno pequeño las caricias al alma, también llevará unas flores azules de seda, tomadas del cuadro de la paloma herida, congelada, los libros más queridos, unos discos de pasta algo ondulados con canciones inolvidables, una voz en mp3 recitándole un hermoso poema, no sabe qué más todavía, aún no termina de empacar, sin fecha cierta de regreso, tiene mucho por aprender, experimentar la destreza para destrabar su lengua de milenios, templar la voz para el susurro y ejercitar el vivir más ligeramente sin involucrar los sentimientos en todas las acciones, con suerte, para la próxima luna azul será que vuelva, eso si no se enamora de los pájaros y sus trinos en algún pueblo humilde, pequeño y acogedor.




Beatriz Graciela Moyano

-Agosto 2015-

Rosario-Santa Fe

Argentina

domingo, 24 de mayo de 2015

BLANCO CÍRCULO EN EL ÁRBOL CONDENADO



BLANCO CÍRCULO EN EL ÁRBOL CONDENADO







Ahí estás con un follaje en creciente sorprendido de estupendo verdor, once años han pasado de aquel día de la libertad, saliendo de esa maceta estreñida en raíces, libre de crecer a tu antojo, bajo mi mirada cotidiana admirando, bendiciendo... guarda tu tronco mis manos en roce y saludo mañanero, entre la albura y la corteza hay una capa de células vivas vibrantes en silencio, silencio que duele en el paisaje condenado a perderte. Subiste, trepaste hasta mi ventana, ramas follaje tupido, frescura y protección. Sé que ya lo sabes, esta mañana he visto a unos hombres tomando medidas, iban y venían ensimismados, no quise preguntar, temí el final, sé que les hacen unas marcas, blanco círculo de árbol condenado, orden para que el verdugo termine tus días, surcos de nostalgias y el más ancho se evidencia entre sus ramas, hay muchos hogares, las ramas llenas de nidos, pájaros, alondras tempraneras y búhos nocturnos, gorriones desprolijos, horneros con sus fortalezas arquitectónicas para la pichonada, que será de ellos el día después, donde su resguardo ahora que comienzan las lluvias, donde guarecerse... El progreso tiene estas cosas, arrasa con todo lo que no entre en sus medidas, la pérdida en honor a una curva de ensanche en esa esquina rota para siempre, huella de dolor indeleble, nuestras almas vienen unidas por vínculos imperceptibles, ellos no comprenden esto, las obras son de cemento, no poseen savia ni sangre, como tú mi amado ficus. No estaré para verte caer, el más fuerte el más aferrado a la tierra el que más sombra ha dado, árbol compañero en el monte de versos, sé que estás allí, y lo seguirás estando, moviendo tus brazos cuando te agita el viento, expresando vida para todos los que amamos la naturaleza, no hay valor para este sentimiento, hay memoria grabadas en tu tronco que se irán convertidas en leña. 




Nota de la autora.- Por casa pasa ahora en este mes el pavimento definitivo del cordón vial y al ficus que está más sobre la esquina le han puesto el símbolo de la muerte, un círculo blanco con aerosol, supuestamente por que está sobre la curva de ensanche de la esquina.

Beatriz Graciela Moyano

Mayo 2015

Rosario- Santa Fe

Argentina

sábado, 2 de mayo de 2015

SIN SONIDOS (Reflexión)





SIN SONIDOS (Reflexión)



Sin sonidos, la noche transita calma, vacía de estridencias que en el día exasperan, allí se encuentra el "yo" con su verdadera esencia, en lo profundo del ser, la frecuencia vibratoria se hace más pausada de la que actuaba en conexión con las voces... y fluye el pensamiento. Es bueno saber callar, es cierto... y escuchar es una virtud fundamental de todo aquel que peregrina aprendiendo. La mente viaja, nada, camina, vuela, entonces aparecen los peces, los caminos y los pájaros y pueden ser canción o poema, caricia, beso, demanda o súplica, todo sin sonidos que turben la presencia sincera de la conciencia, a veces estimula y otras tortura hasta que llega la claridad. El reposo de la voz da lugar al latido y en ese compás no hay discurso ni lema, hay armonía silenciosa y puede ser ese el punto donde se encuentre la inspiración. Pero nadie es tan grande como para aseverar donde se halla la inteligencia o valía de sus semejantes, ningún mortal está capacitado para discursar al respecto. Cada artista, escritor o poeta es también un humano único e irrepetible y sus cualidades poseen la diversidad misma que ostenta su género. En él está el dar, darse con toda su alma y sapiencia, y los receptores de sus obras, más el tiempo que transcurra, recogerán la sustancia o permanecerán en el tumulto de anónimos, valiosos o triviales que pululamos los caminos de las letras. 



Beatriz Graciela Moyano
Mayo-2015-

sábado, 18 de abril de 2015

ABRIL









Sobre el río quieto, se ve el azul de un cielo atrapado por el encanto, fascinado cielo de luna roja reflejada en el agua temblorosa, cae en las pupilas de la inmensidad, Abril se enciende, se exalta, todo sucede en un instante, hasta que las nubes pasan un velo de tul al rubor mágico de luna eclipsada. Abril tiene esos desconciertos que sacuden el alma un rato, como a las ramas del álamo y su robustez, la banda migratoria de congos azulinos que al caer la tarde deja escuchar su cuchicheo ensordecedor hasta que las aves duermen. Abril también duerme después recostado entre hojas vencidas y cuando despierta al alba, dibuja otro cielo de lluvias y sol trepando un arco-iris en degradé de tenues colores. Profundo y ágil se desplaza Abril entre sueños, no hay sonidos ni aromas estimulantes capaces de desvelar el arrullo secreto de este mes y su hechizo, hoy aquí y allá son y están las lluvias, viajando e intercalando mojadas ternuras los treinta días, estremeciendo la piel de Abril. Se entrega a los cambios repentinos la estación dorada de hojas, solo el espíritu es, en su lecho crujiente, donde el rojo y naranja reinan, mi reino. Abril le cuenta a los ojos algunos sorprendentes sucesos, como a la luna roja, los tordos azulinos en los álamos. Medio Abril queda atrás y la segunda parte avanza en el tren de las nubes por esos campos mojados de olvido. Lentamente fue despojando la intrepidez que galopa el tordillo de sus años blancos, de los tantos abriles enredados entre hebras de plata. La aburrida sensatez se acompaña de las mal queridas limitaciones, todo es y no, en el Abril de hoy, donde hubo un río ancho y bravío, ahora la calma aniquila utopías. La seducción reposa tras los muros apuntalados y Abril se mece con apacible indiferencia.

jueves, 19 de marzo de 2015

ANTOLOGÍA RADIO PIANO BAR TOMO I


ANTOLOGÍA RADIO PIANO BAR

TOMO I
ANTOLOGÍA RADIO PIANO BAR
He sido incluida con la prosa "CON LA PALMA DE UNA MANO"
GRACIAS AMIGOS: JAIME LEON CUADRA
DOLORS SANS LIBRA M*


martes, 17 de marzo de 2015

MÁS ALLÁ DE LOS TIEMPOS



MÁS ALLÁ DE LOS TIEMPOS

Inmersos en la holgura de un espacio que carezca de tiempo, emanarán formas, las formas rediseñadas por el ahora en el entonces, una locuaz consecuencia de las revelaciones que brotan y caen de los abetos y sauces, sinrazones maravillosas cuando cae la tarde y se aproxima otro otoño de estaciones y vida. Hay parques paseados mil veces, con la luna al hombro y los cabellos humedecidos de garúas, se ven las estatuas y mármoles que lucen aún sin leyendas talladas, como si un óvalo de luz los protegiera de las inclemencias de los años, todo sucede en este u otro reloj, sin arena ni péndulo, resbalando como en un túnel oscuro, que converge en su vértigo a las aguas del río ancho como mar de arrebatos, allí se hallan todas las imágenes que la memoria gastada despojó de su sitio preferencial, pero es seguro que se confabularán los juncos y jacintos florecidos y las aves de ayer, para unir los trozos de mapas esparcidos por los islotes, por los vagones de algún tren solitario con vías oxidadas en la estación olvido adherida a los huesos. Más allá de la urbe, los pájaros en sus nidos aguardan el fin de ciclo, con los acontecimientos anunciados y ella con su condición de paloma asustada, sale por las rejas del claustro con esa ilusión del libre albedrío que disuelva hasta las piedras, que transmute la cordura y vuelva a ver los girasoles pintados en sus campos mucho antes de la cosecha. En el dedo índice sigue encarnado el ónix negro que la protege en el tiempo de todas las figuras estáticas, un aroma a café guía el rumbo de los pasos por las veredas de la inmensa ciudad de los poetas ilustres y el gentío, pero por si acaso se perdiera en la confusión de los millones de rostros, soltará a volar el barrilete con los colores del arco iris que le regaló el primer día, el primero de todos días, en el primer verso de todos los versos, de los miles de versos que escribió en las rocas, en la corteza de algún árbol de su bosque o en los vidrios de la ventana. Solo entonces en la certeza de las huellas profundas del alma, sentirá los acordes, escuchará una música irresistible, más allá de los tiempos.

Beatriz Graciela Moyano

Marzo-2015-

jueves, 5 de marzo de 2015

AIRE DE SAL Y ARENA MOJADA





















AIRE DE SAL Y ARENA MOJADA


A la orilla del mar, caminando en la playa de arenas entre oscuros y blancos matices, esa molienda de ostras y caracoles muertos que cosquillea en las plantas de los pies, la espuma que se aproxima, marea el movimiento, el vaivén gobierna navegando sin equilibrio. Los tonos de la tarde en el cielo se mezclan entre verdes-azules y blanquecinos, también la luna tímidamente pasa entre nubes aguardando la noche que la verá en su cuarto menguante silencioso. La tarde se desploma tras los médanos y en su brisa inquieta trae un beso callado, salado, que roza las mejillas y se posa en la boca, las olas rompen sonoras cual música vibrante, mojando los pies estremecidos y todo este paisaje me mira caminar fascinada y silenciosa con el autismo de la niñez que sabe leer los colores y degustar los sabores del aire. Apenas sonrío cuando siento tu mirada entre lejana y ausente que cuenta los pasos, que sigue las huellas descifrando los códigos de mis dedos. Sigo leyendo las arenas con todas la sílabas dispersas, con los verbos in-concretos de nuestras circunstancias, en esa caligrafía que entendemos clara aunque la espuma se empeñe en llevar a las profundidades para guardar en los arrecifes las emociones, las risas de coral y las lágrimas de perlas congeladas por los años, todo este tiempo de médanos y sol o lluvias apacibles, aferrados a cielos borrascosos y encrespados convertidos en dulces sucesos, es nuestro tiempo eterno. 

Beatriz Graciela Moyano
Marzo 2015

domingo, 8 de febrero de 2015

MIXTURAS

                                                Título: La Toilette. Artista: Henri de Toulouse-Lautrec.



MIXTURAS







Respiramos hacia los confines del mundo, gastadas palabras de intensidades bien amadas, esa luz suave apenas ilumina las mejillas de nuestro afán, en este tiempo de pertenencia, fiel y afín a nosotros mismos, buscando denodada-mente el brillo, unión y sonrisa, amor y placer en el verso, que será poema sin alcanzar la poesía.



Escucho, escribo y leo la reiteración pegajosa de un enjambre de vocablos, gran sumidero de palabras gira y gira sin ton ni son detrás de las cortinas, muchos juglares desatinados, giran dentro de poemas apócrifos, entonces ves a la "nada" que a "destiempo" revolotea los renglones y a los libros amarillos exquisitos de literatura codearse en las bibliotecas en son de mordaz crítica. 



Y nosotros, empeñados en ser reverentes colaboradores de su obra, logramos apenas pequeñas brisas que de tanto soplar aires tibios, nos rozan la piel, nos perfuma de esperanzas y enseñanzas, pero amanece después y en toda la atmósfera se suceden las reiteraciones y algunas plagiadas formas, en tiempos como este de buitres gloriosos y camuflados lagartos. 



Pienso: ¿Cómo decir lo simple de los sentimientos? Veo en el fondo del pocillo la borra del café diciendo que estás allí, como siempre esperándome, sin saber que hay ríos de azúcar circulando por mis venas, que mi psiquis salió en manifestación destructiva y me ata las manos, seca mi pluma. Por fortuna hoy llovió un aguacero con infinitas respuestas y más aún, me dejó ver en el fondo de sus ojos estables, el sitio donde fijar mi curso y de esa forma dejar fluir la magia, que de no ser por ellos, dudaría de la magia y su existencia. Palabras florecen desde las fisuras de la tierra, como milagro. En el cosmos, ya la noche seca y oscura, me regala la luna compañera de los solitarios poetas. Siento la voz lejana de mi padre y su caricia...Que no culmine la prosa, mi prosa o poema con cansancio, hastío y desasosiego.




Beatriz Graciela Moyano
Febrero-2015-
Rosario-Santa Fe
Argentina