HABRÁ SUEÑOS?
Navegando estas turbias aguas incautas, busca conclusión
como clamor de olvido, luego mirando la
anchura se funde en anhelos verdes de frescura interna en lo selvático, cita a
ciegas con la paz luzca túnica en tonos violáceos, danzando al son de una dulce
melodía escrita en partitura horas amarillentas en olvido, espiración de
borradas metas, hay misteriosas voces que siguen aludiendo a su nombre
inexistente, malogrando en un final a toda orquesta. Escucha apenas el susurro
de amor, como en un sueño ajeno, algo idealizado y tierno que no alcanza a
salvar el naufragio, desliza arte una pluma ligera que roza la piel, las
ventanas apenas entornadas de un dulce ayer difuso con luces tenues. Cómo dejar
de pensar en el foro de luz indicada, final de túnel oscuro, camino que llama
donde las almas brillan como estrellas. Hay aguas tranquilas en los mares con
esa imagen de antaño, sonrisa joven perdida en el pasado, jamás será olvido en
el mal llamado mundo que dicen tierra y es agua inmensa, masa que asusta. Ha
dejado para siempre las algas silenciosas y los berberechos aferrados para
soltar soledades en la tierra. Evidentes se harán otras tormentas en las costas
de todo este planeta, turbulencias y azotes despiadados de los elementales,
presagios nada más…y los avales de escritos que se ven como leyenda. La mente
sigue pensando, habrá sueños? en la vida, después…en la muerte, digo, se podrán
rozar algunos sueños? percibir el asombro, los encuentros de seres amados, de
saberlo podría madurar algún intento, o simplemente tomar los riesgos
en otra anécdota, ingenio cruel o sutileza, para evitar placer a los chacales que aniquilan las rotas
contingencias, devorando a jirones la existencia. Apenas remonta algún paisaje,
despluman las alas a mordiscos, dejando un hueco vacio de circunstancias y
expectativas, con las fuentes de aguas diamantinas secas donde ni los gorriones
ya se bañan. Pérdidas, involución infame, cielo de nostalgias y la tristeza indeclinable,
cómoda acurrucada entre los senos. Se dibuja una sombra desconocida, cintura
ajena, pelo y cadera adulterada y a lo lejos se escuchan las carcajadas, de a los
que no les importas nada, nada.
Beatriz Graciela Moyano
Julio-2013-
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