ESTABA TODO OSCURO
En quietud y sosiego se encontraba la noche, todo oscuro, listo para dormir, tregua indispensable, pausa para mirar el cielo de cerca, para acunar estrellas y entrar en los sueños, en el mundo de lo inconsciente donde algunos suaves colores se despliegan en tornasoles inesperados, los versos al viento como lluvia en desamparo son hipotéticas espirales de caricias, ilusiones de la noche mansa y retorno a la vida después de las horas. Volvió sobre sus pasos para decirle muy despacito a su imagen, que los deseos que más desea habitan sus soles y lunas menguantes, que ansía poblar ese corazón atrapado en besos silenciosos, remanso, caricias y cobijo, entre las mareas de días ausentes, dentro de la mirada como espejo de mar profundo, de anhelos para ahogar el tono de su voz. Que es para si, una nube de cielo y misterio, dormido se ríe y despierta poesía, que solo en él encontrará la savia, dulce consuelo a esta existencia tan difícil de llevar, que no sabe como abordar al puerto desde donde suena el concierto de Aranjuez, para guiar los pasos. Llegará igual, vestida de locura con ropajes multicolores, grandes pendientes plateados en notas musicales, con sombrero adornado de pájaros amarillos y collares en claves de sol con cencerros que suenes acordes al caminar rítmico, si encuentra un lugarcito bajo sus nubes antes que llueva, promete sonreír, cuando sin darse cuenta el rocío los bañe en un abrazo interminable, con alamedas verde claro y flores imaginadas como trenzas de un tono rosado y lila, para vengar el tiempo que como río corre con las rutinas en agobio. Es que la vida que se tornó muy dura en estos años, llevándose en gira eterna a seres muy queridos.
En quietud y sosiego se encontraba la noche, todo oscuro, listo para dormir, tregua indispensable, pausa para mirar el cielo de cerca, para acunar estrellas y entrar en los sueños, en el mundo de lo inconsciente donde algunos suaves colores se despliegan en tornasoles inesperados, los versos al viento como lluvia en desamparo son hipotéticas espirales de caricias, ilusiones de la noche mansa y retorno a la vida después de las horas. Volvió sobre sus pasos para decirle muy despacito a su imagen, que los deseos que más desea habitan sus soles y lunas menguantes, que ansía poblar ese corazón atrapado en besos silenciosos, remanso, caricias y cobijo, entre las mareas de días ausentes, dentro de la mirada como espejo de mar profundo, de anhelos para ahogar el tono de su voz. Que es para si, una nube de cielo y misterio, dormido se ríe y despierta poesía, que solo en él encontrará la savia, dulce consuelo a esta existencia tan difícil de llevar, que no sabe como abordar al puerto desde donde suena el concierto de Aranjuez, para guiar los pasos. Llegará igual, vestida de locura con ropajes multicolores, grandes pendientes plateados en notas musicales, con sombrero adornado de pájaros amarillos y collares en claves de sol con cencerros que suenes acordes al caminar rítmico, si encuentra un lugarcito bajo sus nubes antes que llueva, promete sonreír, cuando sin darse cuenta el rocío los bañe en un abrazo interminable, con alamedas verde claro y flores imaginadas como trenzas de un tono rosado y lila, para vengar el tiempo que como río corre con las rutinas en agobio. Es que la vida que se tornó muy dura en estos años, llevándose en gira eterna a seres muy queridos.
Me gusta mucho tu prosa Beatriz hilvanas las imágenes con un hilo poético bello. Abrazos
ResponderEliminarGracias Modesto, me alegra tu visita y mucho más que te haya gustado. Besos.
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