BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

miércoles, 14 de agosto de 2013

“Derecha, izquierda, arriba y abajo, frente, atrás...adelante”




“Derecha, izquierda, arriba y abajo, frente, atrás...adelante”



(Prosa)



(el alma observando los puntos a su alrededor)





Implora tregua el alma demencial amiga aventurera. Eterna luz aprendiz, no termina de aprender jamás. Madrugadas en que vaga con voces inexistentes en un limbo sin color donde no reconoce a nadie. Entre el gentío bullicioso, busca a su madre que no estuvo en los derrumbes, siempre fluctuando, artificial materia explorando jerarquías, recompensa a la pobreza tirana tal vez, no aprendió a escuchar más que a su propia voz, se distrae... entonces vira a la derecha allí están, esos ilustres desconocidos de siempre, de la nada, con sus valores transparentes y sus acordes musicales, trompetas descascaradas que no producen sentimiento, hacia la izquierda, los jardines de rosas desvanecidas el barro seco y la mirada incapaz de vislumbrar su propio rostro mentido, se hunde y llaga en el fango desprendido de sus venas, ironía que creó como búmeran. La izquierda es lugar de las tinieblas que quiere borrar, donde se agazapan las oscuridades mismas, donde los habituales conjuros y espejismos zigzaguean. Arriba el padre de todas las cosas y su propio padre en una nube de sigilo misterioso que observa y acompaña, un silencio que aturde con el llamado, el verbo ciego de espantos y sigue hacia abajo, como es arriba es abajo, dice la ley de las leyes. Ve las raíces creciendo en sus anhelos, expectativas de ser y crear, sonríen las fuerzas de sus ramas que derraman savia desconociendo el origen de sus vísceras, en frente siempre firme y fiel, el asombro sin saber qué hacer, tal vez…comprarle una vida para que no la ahorque el desaliento de no poder tocar el cielo con alas, que se quemen en hoguera de sus propias creaciones. Deja que milagrosamente pasen estos ciclos a los que él no ve como sucesos vencidos de ayer, multiplicidad gastada, terquedad, colores carentes de brillo. Atrás, atrás quedaron los errores verbos mal aprendidos, universidad de vida que no vuelve. Solo adelante va el camino, única ruta posible esquivando charcos, sin saltos, ni sobresaltos, absorbe la luna clara y deja al sol quemar la espalda, acrecienta la energía del aura para sortear el abismo karmático de esta y otras vidas del alma.

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