BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

domingo, 10 de junio de 2012

¿DONDE ESTÁ?


Buscando está bajo las piedras resbaladizas, entre las hiedras escarchadas de este frío invierno del sur, hasta en las hendijas que se dejan ver entre los zócalos de su habitación, donde, donde está? la poética de la nostalgia, melancólica o sombría pero siempre sensible, donde los haikus en duetos de las tardes de verano en la playa hasta que el sol se sumergía en la anchura del mar imponente? responde el silencio helado…no hay nada, nada, ni rastros de la poesía que brotó del corazón, dictada por la madura lucidez de sus años felices, un hueco oscuro y profundo no se ve el fondo, ni se escucha alegría de la risa, ha quedado un vacío indefinido que surca las barreras del tiempo que parece acortarse cada día. Besa el silencio frío, si quieres acompañar callado con pétalos de rosa aterciopelados en este camino hacia algún oasis donde descansar o salir al rescate de la poesía, ahí donde vive la memoria de los versos místicos perdidos en el gris amarronado de la tierra seca, rajada con esas figuras geométricas irregulares características. Los está buscando por donde sale el sol allá al borde del río de arcillas y camalotes, en las islas del bravío Paraná. No quieras complacer con dulce belleza en versos, no ha preparado las maletas está todo en su lugar, no busca consuelo piadoso de palabras, la soledad será la más bella de las compañías, ella aclara las intangibles ideas, sana aflicciones y ultrajes mientras se multiplican las preguntas calcadas sin respuestas a los ¿por que? de una improbable insanía que flota alrededor apabullando el silencio indispensable que aturde. Los acordes de un tango bailan en la azotea que se duerme con la modorra de una siesta prolongada llena de recuerdos y armonías, se mezclan con la materia que quiere restaurar los espacios blancos de ausencia. Los estallidos ha cedido y la saliva vuelve a ser un sagrado elixir en pausa de deseos.



Beatriz Graciela Moyano 10-06-2012

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