HABLO DE INDIFERENCIA
Hay una
palabra de hielo y escombro que sale de las grietas, filtra por las fisuras y
gotea, es indiferencia, no es furia ni es odio, es la nada del sentimiento, es
la inexistencia de las acciones del hacer y decir que dan desazón y cansancio
en las horas, días y años, que flotan en un espacio, que abusan del empeño por
"ser", entonces se terminan los sueños y proyectos y se embarga el
futuro atrincherado en una actitud neurótica, auto-defensiva. Las lluvias
siguen igual como la brisa despejando los artilugios y sofocos, la indiferencia
como la bruma opaca y diluye los colores y el sol como fuego quema o energiza
según la intención, la absorción del cuerpo y la necesidad del alma. Pero hablo
de indiferencia en sus aspectos y esto no es poético sino pensamiento asociado
a sentimientos y humanidad, hay quienes por fantasmas del menosprecio, daga,
traición o victima de juicio, manifiestan una actitud indiferente hundidos en
una fosa de dolor. Queda otra fase de la misma actitud que flota en la azotea
de donde proviene la palabra, que antes es nube que ronda el cielo de las dudas
y decires y se transforma en indiferencia o se entrelazada a la prepotencia o
arrogancia. A veces suele disfrazarse de modestia o humildad, pero no, allí se
desliza otra actitud con máscara, simple, sonrisa que se presenta con levedad
de mariposa... y es la timidez. Pero si hablo de indiferencia, esa a la que
nada le importa de lo que te pase, si sufres una dolencia, si vives o mueres,
es actitud de escarcha que prefiero hacer crujir bajo los pies.
¡¡¡¡QUE BUENOOOOO...!!!!! Excelente texto amiga...coincido en la descripciòn que haces de la indiferencia y me sumerjo feliz en el lago de tus pensamientos lìmpidos! ¡Besitos fraternales!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias Ignacio, un gusto tenerte por aquí y una sorpresa también por que no decirlo, con tantos años de amistad que tenemos es la primera vez que visitas este rinconcito, tendríamos que encontrarnos con Haidée en El Cairo algún día en este próximo invierno a tomar café y contarnos algo de nuestras vidas en estos tiempos en que no nos hemos frecuentado. Sería lindo, no?
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