“GATA EN EL TEJADO”
Todo el día ha estado solitaria ronroneando su respuesta lenta, de un almohadón a otro espulgando rabias hasta que el sol se desvaneció en su último rayo de luz, después partió olfateando el enigma de su piel saciada, tal vez quiera investigar de que piedra está hecha cuando él se ausenta. No hay fuga, hay siempre temor a no saber... y a saberse siempre pendiendo de un fino hilo, a un paso de la cornisa por donde se pasea el peligro, el vértigo. No sabe cuanto tiempo duró la desazón y el silencio, solo se siente perdida, cansada y sin argumentos válidos a sus deseos. Pero sigue siendo el desvío indispensable donde limar sus uñas. Despierta sin marcas ni roces, ni aromas de su pelaje, en un vacío de sensaciones y se pregunta... de quién serán estas horas del crepúsculo, en que está y no. Manotea su sombra en ausencia, en el más absoluto silencio, quién tiene su voz cuando busca sobre el tejado de zinc caliente para seguir soñando la proximidad tortuosa de su piel y la palabra esencial que se evapora en misterio? Quién lame sus patas en estas horas, Quién!!??
No hay comentarios:
Publicar un comentario