Al tiempo
del pensamiento le suceden retrocesos como cicatrices blancas y en ocasiones elaborados
avances en angostos senderos diamantinos donde se precipitan secuencias
maravillosas, éstos lucen un punto donde la unión de caminos bifurcados se
suelen llenar de colores y flores casi escandalosas o de esos lilas de los
cardos que traicionando su color van camuflando espinas intrusas. La memoria es
una misteriosa bailarina sutil y cadenciosa que da saltos a peldaños de
censura, llega sobria y mansa en el recuerdo, recorre la vida, los sobresaltos
con total desparpajo y aniquila. Las palabras del maestro de los maestros
vienen como eco bajando de la montaña donde majestuoso se ve coronado por el
sol que no deja de asombrar. "Recogerás tu siembra", un aguacero
triste se precipita con fuerza desmedida sobre la propia incomprensión, no halla
el lugar de los tropiezos, buscó en los botes de basura, entre los excrementos
y el guano de los pájaros que sobrevolaban las islas y nada, trastabilló en la
ansiedad de encontrar los motivos, aquellos fundamentos que guiaran sus pasos
hacia las causas, ¿Los excesos de corazón abierto? ¿Los poemas que dedicó a
aquellas tristezas salpicadas entre sollozos? ¿En qué desmedidas y malditas
razones erró el sendero? ¡Pero si curó heridas, amparó y refugió! Cual color no
combinó con los afectos empapados de olvido. Qué arco iris se despintó con la nube
espesa de ingratitud y cabellos mojados. Basta de búsquedas, sin censura y
suficiente valor recoge la siembra aunque sea espinosa. El sol igual brillará
por las mañanas de este invierno, las lluvias lavarán los sembradíos y tus
años, hasta que solo seas un recuerdo, sin censura posible.
Beatriz Graciela Moyano
16-07-2014
Rosario
Qué bien discursa, amiga. Me resulta estupendo!
ResponderEliminarBeso
Oh! Gracias Pichy, se me pasó este comentario.Mil gracias amigo.
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