PIEDRA CALIZA
Esculpida en impotencia de avatares y piedra caliza, trotando sin rumbo ni corceles va empapada de lluvia y dura poesía, filtra por la porosidad de su textura arrebatos de renglones caóticos, que sin perdón la señalan en rebeldía. Vara espinosa, cruel, sin memoria la que mide la grieta del sangrado, la misma que bebió del cántaro a su sed, y en un instante, punto inaudible del tiempo, profundizó las fisuras de los años rasgando el fondo con los dientes afilados de recuerdos. Densa materia sobre sus hombros, postales enredadas color olvido en la espesura, plomizo epígrafe de tormenta y diluvio. Un soplo inesperado cada día esfuma la imagen del temor sin credo, los dioses van calmando la frenética alucinación de manos inexistentes. Piedras del camino, escollos de su suerte malgastada, las misma del lecho de los arroyos, las mismas de los acantilados y los ríos transparentes que bajan de las sierras trayendo en su murmullo, un desliz de cantos rodados y el beso perdido de otros tiempos. Un viaje de anhelos, aliento tibio y acordes melodiosos, se vuelven hoy, la disuelven como azúcar de piedra triturada, suspiro mágico de luna llena, tierno pensamiento, solo ilusiones en sortilegio, justo en el vórtice donde confluyen sus bosques y playas amadas, para cumplir el sueño de flor silvestre resistente al fuego arrogante de enero, o soberbia serpiente deslizando colorido tornasol de amarillos rojizos, desplegados a las arenas de amor suspendido entre las ramas de sus ansias.
Beatriz Graciela Moyano
Agosto-2013-
Beatriz Graciela Moyano
Agosto-2013-