BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO "Bienvenidos a mi nuevo desván"

UN BLOG DE BEATRIZ GRACIELA MOYANO
"BIENVENIDOS A MI NUEVO DESVÁN"
A todo aquel visitante de éste mi nuevo desván les
doy la bienvenida, un nuevo refugio a la nostalgia,
siempre en la búsqueda de oscuridades lumínicas
que me habitan y se escabullen de mi propio Yo.
Lugar donde pretendo volcar fragancias y colores en el cántaro de sentipiensos.

martes, 17 de marzo de 2015

MÁS ALLÁ DE LOS TIEMPOS



MÁS ALLÁ DE LOS TIEMPOS

Inmersos en la holgura de un espacio que carezca de tiempo, emanarán formas, las formas rediseñadas por el ahora en el entonces, una locuaz consecuencia de las revelaciones que brotan y caen de los abetos y sauces, sinrazones maravillosas cuando cae la tarde y se aproxima otro otoño de estaciones y vida. Hay parques paseados mil veces, con la luna al hombro y los cabellos humedecidos de garúas, se ven las estatuas y mármoles que lucen aún sin leyendas talladas, como si un óvalo de luz los protegiera de las inclemencias de los años, todo sucede en este u otro reloj, sin arena ni péndulo, resbalando como en un túnel oscuro, que converge en su vértigo a las aguas del río ancho como mar de arrebatos, allí se hallan todas las imágenes que la memoria gastada despojó de su sitio preferencial, pero es seguro que se confabularán los juncos y jacintos florecidos y las aves de ayer, para unir los trozos de mapas esparcidos por los islotes, por los vagones de algún tren solitario con vías oxidadas en la estación olvido adherida a los huesos. Más allá de la urbe, los pájaros en sus nidos aguardan el fin de ciclo, con los acontecimientos anunciados y ella con su condición de paloma asustada, sale por las rejas del claustro con esa ilusión del libre albedrío que disuelva hasta las piedras, que transmute la cordura y vuelva a ver los girasoles pintados en sus campos mucho antes de la cosecha. En el dedo índice sigue encarnado el ónix negro que la protege en el tiempo de todas las figuras estáticas, un aroma a café guía el rumbo de los pasos por las veredas de la inmensa ciudad de los poetas ilustres y el gentío, pero por si acaso se perdiera en la confusión de los millones de rostros, soltará a volar el barrilete con los colores del arco iris que le regaló el primer día, el primero de todos días, en el primer verso de todos los versos, de los miles de versos que escribió en las rocas, en la corteza de algún árbol de su bosque o en los vidrios de la ventana. Solo entonces en la certeza de las huellas profundas del alma, sentirá los acordes, escuchará una música irresistible, más allá de los tiempos.

Beatriz Graciela Moyano

Marzo-2015-

2 comentarios:

  1. Muy bien me resulta, amiga. Con qué gusto escribes y se te lee!

    Besos

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    1. Aunque busque otras palabras...la única es Gracias Amigo, por leer todo lo que escribo.También me agrada que te guste.
      Besos Pichy.

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