ARENAS DE OTOÑO
L
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a vida desde
siempre fue irreverente, la miró de soslayo con soberbia, desde que era una
niña y se sintió amilanada. Con saltos y en vuelo rasante de gaviota pescó
algunos triunfos, que cuelgan de su cabellera rizada, ahora las muecas del
destino lastiman de forma indeleble, perenne y algunas flores se niegan al
asombro en depredados jardines y partirá en viaje de descanso aprendiz. En las
playas de dunas ariscas, será arena para el reposo cansino de alguna estampa
sombría y taciturna. Arenas a los pies de huellas mojadas, del cuerpo tendido
al sol del pensamiento para hundir el rubor, el desaliento o la vergüenza. La
humillación la hizo sentirse arena tibia callada, con la modorra del atardecer
otoñal que se aproxima y se hará largo de ausencias. No tiene soledad, la busca
desesperada, su mente se aísla en compañía, huir, desvanecer entre el gentío a
las arenas que esperan en noche solitaria, que refresca y rejuvenece, deseos de
soledad en la noche de lagartos hundidos y silencios. La mañana del día después
aletargada seguir en fantasías de arena gruesa que castiga en vientos, que
duele en la piel sensible, excitable, dibujando sombras en playas penitentes,
con los desguarnecidos muertos del olvido en los rojizos tintes de un otoño que
se desprende sin comenzar la ardua tarea deshojadora, la nieve quiere adelantar
el curso del tiempo y ésta nieve claudica en arenas de caracolas marinas
deshechas con aureolas de espumas retraídas, arenas solitarias esquivando
deseos confusos, como huellas de cangrejo en su andar desprolijo, ladeado, con
sus pinzas afiladas que no solo sirven para inmovilizar a su presa,
paralizarla, en resonante tamborileo usará también para el ritual de cortejo y
apareamiento, que observará fascinada, siendo arena, brillando al sol de sus
enojos con la vida, se mudará de las costas al desierto penetrante, viajando en
el viento sin ponerse freno a la hora de enfrentar a las tormentas, pagar el
precio a las decisiones es la consigna y recoger los frutos regalo del cielo al
final del camino. Conocerá los sitios dorados de abundancia y a los avatares
reunidos que reinan en sus templos.